Si hay una especialidad automovilística a la que los aficionados al motor asocian a Alfa Romeo,
esa son las carreras de los turismos. Aunque la casa de Milán también destacó en los años veinte, treinta y cincuenta en monoplazas o en prototipos durante los años setenta, modelos como los Giulia, Alfasud, 33, 155 o 156 representan buena parte de sus éxitos en circuitos. Y quién sabe si a todos ellos habrá que sumar próximamente el Giulietta. Desde que en 2009 se dio carpetazo al proyecto S2000, que durante muchos años había sido si no el rival a batir sí uno de los grandes protagonistas del Europeo y Mundial de Turismos, se ha hablado de cómo podríamos volver a ver a Alfa Romeo en competición. La situación de tensión permanente en Fiat Chrysler Automobiles no favorece un programa oficial, pero
una ventana a la esperanza se abrió cuando a finales de 2015 el preparador italiano Romeo Ferraris decidió poner en pista un Giulietta TCR.
Los inicios fueron duros. Con escaso, puede que incluso inexistente, apoyo de fábrica y un motor de 1.800 centímetros cúbicos frente a los 2.000 permitidos por ,
los resultados iniciales fueron discretos. Pero mejoraron a lo largo de 2016. Y en 2017 el compacto transalpino ha dado la campanada en manos de una estructura de bandera georgiana, GE-Force, aliada con Romeo Ferraris para este año. En la primera cita de la temporada de TCR International Series, disputada en el trazado georgiano de Rustavi,
el héroe local Davit Kajaia sorprendió a todo el mundo marcando la pole y llevándose la victoria en la primera carrera. Sucedió con una pista muy deslizante y siempre se podía ser suspicaz y pensar que convenía que el Giulietta TCR fuera competitivo ante su público. Pero el rendimiento de este coche quedó corroborado pocos días más tarde, cuando las TCR International Series ejercieron de teloneras de la Fórmula 1 en el Gran Premio de Bahréin.
Allí fue su compañero Dusan Borkovic, quien aprovechó esta vez la inversión de parrilla para
anotarse el triunfo en la segunda carrera del fin de semana, la cuarta del año. Frente a exitosos programas carreras-cliente como los de SEAT, Volkswagen o Honda, los dos pilotos titulares de GE-Force se sitúan segundo y quinto de la general. ¿Es suficiente para soñar con ver a un Alfa Romeo de nuevo campeón en un certamen de turismos? Casi más importante que eso, complicado tratándose de una estructura privada, es que por fin el aspecto comercial está empezando a cuadrar para Romeo Ferraris y estos éxitos en el certamen internacional están traduciéndose en pedidos de compra y proyectos a nivel nacional. Y quién sabe si eso terminará por despertar interés en la casa madre. En todo caso
cualquier aficionado al automovilismo celebrará que el Quadrifoglio vuelva a encabezar parrillas, sea donde sea.