La resistencia no para. Tras arrancar la temporada en Dubai a mediados de enero y celebrar las 24 Horas de Daytona hace apenas una semana,
este pasado fin de semana asistimos a la disputa de las 12 Horas de Bathurst, primera cita del Intercontinental GT Challenge. Este certamen internacional organizado por trata de reunir a los mejores pilotos y marcas de las categorías GT3 y GT4 en un puñado de eventos de resistencia. Y su segunda temporada arrancó en Mount Panorama, disfrutando así de uno de los circuitos más bellos del mundo. Aún formando parte de un campeonato internacional, las 12 Horas de Bathurst mantienen
cierto aroma a pretemporada de Supercars, la categoría australiana con más arraigo. Por ello no es de extrañar que la parrilla estuviera plagada de pilotos y equipos de ese campeonato y que fueran sus protagonistas habituales quienes terminaran copando también casi toda la atención en carrera. Y quedó claro desde el Shootout que determinó la pole: aunque la vuelta mágica fue de un especialista de los GT como Toni Vilander, sus compañeros en el Ferrari 488 de Maranello Motorsport eran dos de las grandes estrellas locales: Jamie Whincup y Craig Lowndes.
Y frente a ellos una vez llegó la hora de la carrera
se encontraron a otra de las figuras del automovilismo austral: el neozelandés Shane van Gisbergen. Tras un año 2016 de ensueño en el que fue campeón de los Supercars australianos y de la mano de McLaren, Van Gisbergen ha fichado por Mercedes. Sin embargo su actuación en las 12 Horas de Bathurst no será recordada gratamente pese a haber luchado de tú a tú con los hombres de Maranello Motorsport por el triunfo. Su coche y el Ferrari 488 de la pole protagonizaron más de un encontronazo y finalmente en la última hora de carrera Van Gisbergen perdió el liderato en pista tras llevar hasta la hierba a su rival, para posteriormente tocarse con un doblado y
terminar estrellando su Mercedes-AMG GT3 en lo alto de Mount Panorama. Maro Engel, compañero suyo en esta ocasión, no le dedicó precisamente buenas palabras en televisión nada más producirse el accidente.
Así, Vilander, Whincup y Lowndes
se vieron acompañados en el podio por el sorprendente Porsche 911 compartido por los pilotos de fábrica Marc Lieb y Patrick Long y los locales David Calvert-Jones y Matt Campbell. Un gran resultado que se suma a los triunfos del 911 GT3 en y aún más notable si se tiene en cuenta que participaban como equipo Pro-Am. Y se subió al tercer escalón del podio el Bentley oficial de los británicos Oliver Jarvis, Steven Kane y Guy Smith por delante del mejor equipo amateur, otro Porsche con Liam Talbot, John Martin y Duvashen Padayachee al volante. Y entre los GT4, categoría que estrena título propio dentro del Intercontinental GT Challenge, Porsche también brilló copando el podio con sus Cayman. fue el único participante español en las 12 Horas de Bathurst y no tuvo excesiva suerte, pues el Bentley que compartía con Maxime Soulet y Vincent Abril
sufrió un toque y pinchazo a las primeras de cambio que dañó la suspensión del Continental GT. El consiguiente retraso tan sólo les permitió alcanzar el 12º puesto final, a siete vueltas de los vencedores.