Siempre ha habido voces muy críticas con el piloto estadounidense y otras que se han deshecho en elogios. Obviamente
esto depende del cristal con el que mires a Ken Block. Si lo haces considerándolo como un superclase o un piloto de talla mundial, pues tal vez sus resultados y estadísticas te dejen algo frio. Sin embargo, si lo haces teniendo en cuenta
su faceta como empresario, experto en marketing, que un día quiso hacer lo que más le gustaba poniéndose tras el volante de coches de competición de más de 600 CV, compitiendo y
haciendo sus habituales shows… Pues obviamente tenemos que reconocer que ha tenido mucho éxito. Sólo
las cifras de sus ocho ediciones de la Gymkhana ya quitan el hipo. Los números más contundentes los de la quinta, la rodada por las calles de San Francisco que actualmente ya
ha generado más de 80 millones de visitas en el conocido portal de
YouTube. Algunas más exitosas que otras, Block pudo recomponerse de las hordas de fans que le echaron en cara traicionar a su marca, Subaru (con la que rodó las dos primeras Gymkhanas) para
irse con los de Detroit, Ford. Desde entonces su vida ha transcurrido a la limón
entre sus responsabilidades como socio propietario de la firma de ropa DC a imagen de marcas tan importantes como Monster Energy o la propia firma del ovalo. Tras una breve participación el Mundial de Producción con un Impreza Grupo N, Block dio el salto al WRC con
un Ford Focus RS de la categoría absoluta, para posteriormente pasarse a un Fiesta RS WRC con el cambio del reglamento técnico que se puso en marcha en 2011 (modelos del segmento B y motor global 1.6 Turbo). Los programas, nunca completando las temporadas, no llegaron a venir acompañados por podios o victorias. El mejor resultado que aparece
en su palmarés es el 7º conseguido en México 2013.
Era el momento de cambiar de aires
, los rallyes quedaba claro que no eran lo suyo, o al menos no tenía ritmo como para pelear por metas mayores
. En el Nacional de Estados Unidos (Rally America) había conseguido ser dos veces subcampeón, pero obviamente
el impacto publicitario en Europa no era el deseado para un campeonato que en el viejo continente no es muy seguido. Por su parte, sus participaciones en el WRC no le reportaban demasiadas satisfacciones y programas transoceánicos para un equipo estadounidense obviamente significaba un fuerte desembolso en logística.
El boom que supuso el GRC y la posterior transformación del Campeonato de Europa de RallyCross en Mundial, hizo que Block se decantara por esta modalidad ya clásica pero que vive ahora su edad de oro en cuanto a repercusión.
Los coches, muy cercanos a los que utilizaba él para sus famosas Gymkhanas conseguían atraer la suficiente atención como para justificar la participación en programas completos en el Global RallyCross y complementarla con alguna salida lejos de USA. Las carreras cortas, llenas de acción y televisables hacían que esta nueva categoría fuera el perfecto tablón publicitario donde promocionar sus marcas y además seguir ganándose la vida realizando tours mundiales y sus pequeñas superproducciones. Por el momento
tampoco ha llegado a saborear la gloria de convertirse campeón del GRC, a pesar de que 2015 fue su mejor temporada, llegando a tener serias opciones de títulos hasta la cita disputada en Barbados, en la que un vuelco lo dejó fuera de la lucha fratricida entre los Volkswagen de Scott Speed y Tanner Foust. La sorpresa saltaba hace unas semanas,
Ford Performance decidía seguir en su estrategia de marketing con sus vehículos más deportivos y decidía dar el gran paso: formar
junto a Ken Block un equipo en el Mundial de RallyCros con dos unidades de los Ford Fiesta ST RX43 construidos por M-Sport, la segunda de ellas para la joven promesa ‘Baby’ Blue, Andreas Bakkerud.
No será un año fácil.
12 pruebas en circuitos clásicos, mucho más naturales que los trazados norteamericanos diseñados sobe circuitos ovales o bases militares, en ellos no se permite ni el más pequeño error. Por si fuera poco, frente a él tendrá a escandinavos que han pasado su adolescencia compitiendo en RallyCross (los mismos que ya le ganaron en el pasado en el GRC), unidos a
superclases como Mattias Ekström, Sébastien Loeb o el bicampeón del Mundo Petter Solberg. A pesar de tener nuevos retos, la maquinaria propagandística no para.
Es por ello que nada más publicar su 8º Gymkhana (la cual ya ha conseguido más de dos millones de visualizaciones en menos de 24 horas) ya hacía oficial su continuación, la novena, esta vez con un coche nuevo, un
Ford Focus RS RX que ayudará también al imperio construido por Henry Ford a seguir promocionando el que es el RS más radical de la historia de la marca en el Mundial de RallyCross. Mientras Block seguirá divirtiéndose, haciendo lo que más le gusta y ganándose la vida con ello a su casi medio siglo.
Tal vez no sea el mejor piloto, o que cualquier estrella del WRC o del World RX podría hacer sus cortometrajes igual de espectaculares con menos tomas, pero sin duda
no se le puede echar en cara el haber luchado por conseguir un sueño y haber cumplido con gran parte de sus objetivos, al menos en el plano empresarial.