Hay muchas cosas en juego este fin de semana. La primera de ellas es
el futuro del Rally de Argentina. La única prueba sudamericana de la temporada tuvo demasiadas brechas de seguridad en la edición del año pasado (sumadas a los incidentes posteriores del Dakar), por lo que
la FIA se ha propuesto someterlos a una vigilancia férrea durante este año con la amenaza de que si se repetían errores del pasado el hueco en el calendario de este país loco por los ‘fierros’ estaría en peligro. El otro gran atractivo es el de saber si finalmente
Sébastien Ogier es capaz de acabar con una de sus bestias negras. Y es que el tricampeón del WRC todavía no ha conseguido ganar en territorio blanquiazul, el único rally que ha disputado en el que todavía se le resiste el triunfo. A pesar de que sobre el papel,
el hecho de abrir pista iba a pasar mucha factura al francés, el excepcional estado de los tramos del viernes, con recorridos muy compactos y secos (que no se rompen con los primeros coches), ha permitido que Ogier se haya mantenido entre los tres primeros tras el primer día. Si en otro tipo de condiciones,
ver tan cerca a Ogier de la cabeza tras el primer día sería terrible para sus rivales, el estado de forma mostrado por Hayden Paddon y especialmente por Jari-Matti Latvala son un buen aviso de que el primer piloto de Volkswagen
no deberá vender la piel del oso todavía, sobre todo porque los tramos de mañana prometen ser peor para las aspiraciones de Sébastien.
Por su parte,
Latvala es el líder del rally tras los ocho primeros tramos después de realizar uno de esos días que tanto preocupa a los rivales del finlandés y que últimamente son más difíciles de ver. Como suelen decir el resto de los pilotos, cuando Jari-Matti está inspirado es imbatible y
así lo demuestran los más de 10 segundos de ventaja que se llevaba al final de la primera etapa y tras haberse dejado ayer 3,7 s en la primera especial de kilómetro y medio disputada por las calles de Córdoba. Precisamente
esta superespecial le servía a Dani Sordo para ser el primer líder del Rally de Argentina junto a Sébastien Ogier. En un mundial sólo con este tipo de tramos ratoneros y compactos, está claro que el español sería el campeón. Desafortunadamente, la suerte y la fiabilidad del Hyundai i20 WRC no le han acompañado y el de Puente San Miguel se alejaba del tren de cabeza tras
dejarse más de 20 segundos por problemas en el acelerador. Sordo ha ido perdiendo comba y se ha instalado en la quinta plaza, sin pilotos atosigándole por detrás y con esperanzas de que alguno de los pilotos que lleva por delante falle. La edición de este año de la cita sudamericana tenía el dudoso honor de ser
la prueba del Mundial de Rallies con menos inscritos de su historia, con menos de 30 máquinas compitiendo entre las del torneo intercontinental y las entradas nacionales. Esto ha limitado mucho la lucha por el Top Ten e incluso por el resto de categorías. Esto incluso ha permitido a Marcos Ligato (piloto argentino que lleva más de 10 años alejado de los World Rally Cars) a situarse en posición de puntos, justo por detrás de los obsoletos Ford Fiesta RS WRC.
En WRC2, los problemas con la dirección asistida del peruano Nicolás Fuchs y el abandono del líder del campeonato, Elfyn Evans, han dejado en ‘punto’ a Al Kuwari, mientras que en WRC3, el francés de 62 años Michel Fabre sigue con su objetivo de ser el Campeón del Mundo de mayor edad a base de competir y ganar en las pruebas cuyos gastos de logística son mayores.