Estaba marcado en rojo el día de hoy. La mayoría de los participantes sabían que iba a tener que afrontar dos pasadas al tramo
Lardier et Valença – Faye de más de 50 kilómetros y el más que temido Sisteron, tramo más conocido del recorrido del actual Rallye de Monte-Carlo junto al Col de Turini. En días como estos, es donde Sébastien Ogier se crece.
El tricampeón del Mundo de Rallyes no ha faltado a la cita y mientras él imponía un ritmo sólido, los otros componentes del podio se deshacían como la nieve de las cunetas y debían abandonar. Sin duda se convertían en
malas noticias para Kris Meeke y Jari-Matti Latvala ya que tanto el norirlandés como el finlandés no podrán reengancharse durante la jornada de mañana, ya con Mónaco como base del rally y en la que sólo compiten los 60 mejores equipos tras el sábado. Ambos
caían en el bucle de la tarde y ambos lo hacían al no poder reparar los desperfectos sufridos tras sendas salidas de pista. En el caso del Norirlandés, piloto de Citroën compitiendo esta temporada por la estructura privada de Abu Dhabi Total WRT, una primera salida de pista en el tramo cronometrado número 12 y posteriormente
la pérdida del cubrecarter al chocar contra una piedra que se encontraba en mitad de la carretera, herían de muerte
la caja de cambios de su DS3 WRC obligándole a abandonar antes de dirigirse por el tramo de enlace a la última especial de la jornada. Muy doloroso la retirada del ganador del Rally de Argentina 2015, más tras verse luchando de tú a tú con el hasta ahora inalcanzable Sébastien Ogier.
En cuanto a
Jari-Matti, el finés de Volkswagen estaba manteniendo un perfil bajo, sabedor de que su relación con el Rallye de Monte-Carlo nunca ha sido demasiado bueno y que en él se ha dejado muchos puntos que han repercutido negativamente en sus siempre en entredicho opciones al título.
Latvala sufría una salida de pista en el mismo punto en que se habían ido fuera François Delecour y Cohete Suárez en la primera pasada por el tramo y allí además de
dañar la suspensión delantera izquierda también arrollaba a un fotógrafo que creía mejor idea salvar su material fotográfico que su mirar por su propia integridad física. Todo ello, además de
dejar a Sébastien Ogier solo al frente de la general, también ha propiciado las escaladas de un errático Andreas Mikkelsen (ha sufrido varios trompos en estos tres días de competición) y a Thierry Neuville.
El belga, que estrena junto a Dani Sordo el nuevo Hyundai i20 WRC versión cinco puertas, ha visto algo de luz al final del túnel después de que en el comienzo de la cita monegasca se haya quejado de que el nuevo World Rally Car era prácticamente inconducible,
muy nervioso a la hora de acelerar y con un subviraje demasiado acusado a la hora de entrar en las curvas.
Con la estrategia de neumáticos clara, la firma coreana se lanzaba a la tarde, sumando Neuville los dos primeros scratchs para el nuevo World Rally Car y siendo acompañado por un Dani Sordo mucho más a gusto al volante del i20. El cántabro, que también se quejaba de dichas reacciones anómalas en su montura, sufría por la mañana un toque que a punto estaba por dar por finalizada su carrera.
Afortunadamente lograba reparar la suspensión trasera izquierda y cambiar la llanta dañada, lance en el que perdía muchísimos minutos y prácticamente toda posibilidad de meterse entre los cinco primeros, pero al menos se aseguraba estar en los tres últimos tramos de mañana y poder aportar a la cosecha de puntos que promete hacer Hyundai tras el abandono de uno de los Volkswagen oficiales.
Deberá adelantar a Ott Tänak para ser sexto, sólo 2 segundos por delante de Sordo y con mucho menos experiencia que Dani. En cuanto al resto,
destacar que Mads Ostberg está sin hacer mucho ruido en cuarta posición en su regreso a M-Sport y al Ford Fiesta RS WRC. Sin marcar ningún crono destacado, el noruego se ha colado justo por detrás de las estructuras oficiales. Algo peor le están yendo las cosas a Hayden Paddon. El neozelandés corría mejor suerte que
Robert Kubica, Eric Camilli y Lorenzo Bertelli y se podía reenganchar para la etapa del sábado, sin embargo el neozelandés está sufriendo su debut en Monte-Carlo, con hasta cinco trompos en dos tramos que le lastraban aún más su ya abultado contador de tiempo.
El que se ha destapado ha sido Cohete Suárez. El asturiano, que disputa por primera vez esta cita, ha sumado dos scratchs y un segundo mejor tiempo dentro de la categoría WRC2, sin embargo, son aún más brillantes esos resultados cuando vemos que tanto en el TC10 como en el 12, Cohete conseguía meterse como sexto mejor tiempo de la general, con un coche con un rendimiento bastante menor que el de los World Rally Cars. Mañana último día con el premio de los puntos extras de la Power Stage y el paso por el afamado Col de Turini.