El Británico de Turismos es sin duda uno de los campeonatos nacionales más destacados de esta categoría junto al DTM, los V8 Supercars australianos o el tradicional STCC. Por sus parrillas han pasado grandes pilotos como Andrew Jordan, Jason Plano, Yvan Muller, Alain Menu o el león de la Fórmula 1, el también
british Nigel Mansell. Sin embargo,
si el campeonato ha tenido una seña de identidad ha sido la variedad, y en ocasiones extravagancia, de los modelos que han competido en el BTCC. Durante estos años, muchos han sido los modelos, pero una peculiaridad ha sido el uso de lo que sobre el papel es una base poco válida para realizar sobre ella un coche de competición:
las llamadas vulgarmente rancheras o familiares. Todo comenzó con el
Volvo 850 Estate. Al negativo incremento de peso y la obligación de gestionar de forma diferente las inercias (dificultad para hacerlo girar en curva lenta), lo contrarrestaban
un coeficiente aerodinámico completamente envidiable, así como una gran estabilidad en frenada y curva rápida.
El coche,
desarrollado por encargo a Tom Walkinshaw Racing sorprendió a propios y extraños, incluso uno de sus pilotos, el sueco Rickard Rydell confesó que si llega a saber el coche elegido antes de firmar su contrato tal vez no lo hubiera hecho. Sus rivales, coches de la categoría sedán tan habituales en las carreras de turismos, podían ser más rápido en curva, pero
en recta y curva rápida el 850 Estate despuntaba debido a su diseño aerodinámico. No duraría mucho en competición, ya que sus rivales buscaron una forma de plantarle cara con alerones más grandes, y su mejor posición fue quinto en una de las muchas carreras que componen una temporada del BTCC, sin embargo, había marcado el camino. Veinte años después,
el BTCC recibía a su sucesor. La filial británica de Honda veía en la versión de competición
Tourer de su Civic una buena manera de promocionar su modelo de calle. A mayor tamaño, más sitio para los patrocinadores y más se nos verá en pista, debieron pensar. En 2014 debutaba
este gigante desarrollado por Team Dinamics en pista, dejando de lado su habitual versión hatchback del Civic cinco puertas con el que habían dominado durante un lustro el campeonato (3 títulos de pilotos y 4 de marcas), aunque ambos siguieron compartiendo asfalto los dos años que duro el experimento ‘familiar’ en el BTCC.
A pesar de que se optó por una solución intermedia, reaprovechando el esquema de suspensiones y muchos elementos de la versión cinco puertas, los resultados llegaron y en una única temporada
consiguieron hasta tres victorias, finalizando Gordon Shedden tercero en el campeonato de pilotos.
A principios de 2015 se tomó la decisión de relevarle tras sólo un año de vida, poniendo en liza una nueva versión del Civic Hatchback que les devolvió el título, para aquel entonces el Tourer había hecho ya bueno aquel refrán que dice ‘
caballo grande, ande o no ande’. Ahora,
el equipo BRM y Subaru UK quieren tomar el testigo y para ello han presentado hoy mismo en sociedad su nuevo
Levorg y se han asegurado que el proyecto tendrá al menos más continuidad de la que tuvieron el Volvo o el Honda firmando
un acuerdo por los próximos tres años. Sin duda será una buena forma de atraer miradas hacia el nuevo familiar de la firma nipona, más teniendo en cuenta que a su volante estarán dos pilotos más que experimentados y contrastados: el Campeón de 2009 y 2014
Colin Turkington y el televisivo Jason Plato.
Aunque
se ha perdido los primeros test por el retraso en la llegada de algunas piezas, se espera que el equipo esté listo para la primera carrera de la temporada (el fin de semana del 2 al 3 de abril), e incluso se trabaja en la
creación de otras dos unidades que irán a parar a manos de James Cole y a las del propietario del equipo BRM, Warren Scott. Pero si algo ha sorprendido en este Levorg es
su tracción trasera que será propulsada por un motor 2.0 turbo. Un proyecto digno de seguir.