El Mitsubishi Montero es un todoterreno puro que lleva en el mercado desde 2006 aunque con el paso del tiempo ha recibido multitud de actualizaciones para mantenerse al día. La última llegó a mediados del 2014, integrando mecánicas más eficientes y mejoras estéticas. En algunos mercados este modelo recibe las denominaciones Pajero (internacional) y Shogun (Reino Unido). Los interesados en el Montero pueden elegir entre una carrocería con tres puertas y cinco plazas que tiene una longitud de 4,38 metros, y una variante alargada con cinco puertas y capacidad para hasta siete pasajeros que se va hasta los 4,90 metros de largo. Ambos mantienen el mismo ancho y alto.
La imagen poderosa y ruda del Montero es una de sus señas identidad, transmitiendo dureza por los cuatro costados.
Esta imagen no se queda simplemente en eso sino que es un 4x4 de verdad con unas aptitudes camperas muy buenas y está indicado para aquellos usuarios que practican una conducción habitual fuera del asfalto o con condiciones climáticas adversas.
La calidad de los acabados está a gran nivel, utilizando plásticos que transmiten solidez de tacto acolchado. También los ajustes son muy buenos, siendo un modelo de cierto enfoque “alto de gama” en cualquiera de sus versiones.
Lo que no está muy logrado es el acceso a las plazas traseras en los pequeños, siendo complicado para personas no muy ágiles.
El espacio disponible en ambas versiones es bueno aunque lógicamente el largo disfruta de unas cotas más generosas y añade la tercera fila con dos asientos adicionales. Su acceso es algo complicado por lo que será mejor que sean niños los que viajen en ellas. La capacidad de maletero arranca en los
290 litros en el tres puertas, y en los 663 litros en el de cinco.
El equipamiento disponible en confort está a buen nivel pero en seguridad se ha quedado un poco por detrás de los crossovers de última generación de precio similar. No pueden tener alerta de cambio de carril, detector de objetos en ángulo muerto, control de velocidad adaptativo o cámara de visión cenital. Sí están disponibles el cuero, asientos térmicos, el climatizador automático o el techo solar eléctrico.
Todos los Montero están equipados con un sistema de tracción total a las cuatro ruedas con reductora, además de contar con una altura libre al suelo generosa que evitará rozar los bajos en conducción off-road.
La suspensión tiene tarado cómodo que disimula las irregularidades pero en carretera se echa de menos un poco más de firmeza, haciendo que la carrocería oscile más de la cuenta si se anima el ritmo por tramos con curvas. La única motorización disponible en el mercado español
es un 3.2 DiD diésel que desarrolla 200 CV. Tiene cuatro cilindros y carece de la finura que tienen otros bloques de similar cilindrada pero mueve bastante bien las más de dos toneladas de peso del Montero. Los consumos no son bajos pero tampoco alarmantes dado su peso y tamaño.
La transmisión elegida para nuestro país es automática de cinco velocidades.