El Volkswagen Sharan es un monovolumen de tamaño grande fabricado en Portugal junto con su gemelo, el SEAT Alhambra. Desde mediados del 2015 presumen de mayores posibilidades de equipamiento y mejoras importantes en los motores para reducir los consumos. De aspecto serio y elegante, el Sharan cuenta con dos puertas laterales deslizantes que facilitan el acceso al habitáculo en lugares estrechos. En opción pueden estar motorizadas e incluso se pueden abrir desde el mando a distancia, algo extensible al portón del maletero que también tiene apertura y cierre automáticos.
En el interior la calidad de los acabados está a buen nivel, haciendo uso de plásticos acolchados para recubrir las zonas superiores y aquellas que se tocan más.
El diseño sin embargo es algo aburrido, siguiendo un esquema demasiado sencillo que no termina de ser tan vistoso como en otros productos de la competencia.
La amplitud del interior es una de las virtudes, con siete plazas aptas para adultos. Si el cliente así lo desea se puede pedir con sólo seis asientos aunque siempre son independientes y con varias regulaciones, lo que permite jugar con la modularidad en función de las circunstancias.
Las posibilidades de equipamiento son amplias. Entre otras cosas pueden tener sistema de acceso y arranque sin llave,
faros bi-xenón direccionales, control de velocidad, alerta de objetos en ángulo muerto, techo solar panorámico doble, suspensión pilotada, tapizado en piel, asientos eléctricos, detector de fatiga, asistente al aparcamiento, etc. La conectividad está garantizada con los últimos
sistemas de info-entretenimiento con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, función Mirror Link, bluetooth y control por voz. Además pueden ir equipados con navegador y un sistema de sonido de alto rendimiento desarrollado específicamente para este modelo.
En el momento de escribir este artículo el Sharan se comercializa en
versiones Edition, Advance y Sport. El primero tiene una dotación suficiente para garantizar unos mínimos en confort y seguridad pero el más interesante es el Advance, especialmente cuando Volkswagen regala algunos paquetes de equipo. La oferta de motores en gasolina contempla únicamente
el 2.0 TSI con 220 CV asociado a una transmisión de doble embrague con seis velocidades. Es una alternativa que lo convierte en un monovolumen muy rápido pero los consumos son siempre bastante elevados incluso en conducción tranquila.
En diésel la gama
con el 2.0 TDI de 115 CV que se queda corto si se aprovechan las buenas posibilidades de carga del Sharan.
Sólo se vende con cambio manual de seis velocidades y con el nivel de terminación más sencillo, algo necesario para publicitar un precio de entrada más ajjustado. La alternativa más interesante es la equipada con el
2.0 TDI de 150 CV que ofrece unas prestaciones correctas con consumos contenidos. Se puede pedir con cambio manual o automático y
con sistema de tracción delantera o total a las cuatro ruedas denominada 4Motion. Como tope de gama se comercializa
el 2.0 TDI con 184 CV con cambio manual o DSG pero siempre con tracción delantera.