DEMOSTRANDO QUE LA AERODINÁMICA PREVALECE A LA POTENCIA
La potencia no lo es todo, y prueba de ello es el nuevo Porsche 911 GT3 RS, modelo que ha completado la vuelta en Nürburgring en 6:49.328 minutos, o lo que es lo mismo, un segundo más lento que el vigente poseedor del récord en el infierno verde.
A veces pensamos que la potencia lo es todo, pero no es así. Esto lo demuestra el nuevo Porsche 911 GT3 RS, variante que ha conseguido parar el cronómetro en Nürburgring 6:49.328 minutos, quedándose a algo más de un segundo del actual poseedor del récord, el Mercedes-AMG GT Black Series que cuenta con 200 CV más que el de Stuttgart.
Así es, el GT3 RS ha sido capaz de rebajar considerablemente el tiempo respecto al GT3 estándar, siendo 10,6 segundos más rápido que este. Pero más notable es que sea un segundo más rápido que el Aventador SVJ con sus 770 CV y casi tan rápido como el ya mencionado Black Series.
Esto sorprende cuando analizamos los esquemas mecánicos de ambos. El 911 GT3 RS, por su parte, hace gala de un seis cilindros bóxer atmosférico de 4.0 litros que produce 525 CV y 425 Nm de par, cifras que le permiten cubrir el 0 a 100 en 3,2 segundos y alcanzar una velocidad punta de 296 km/h.
El Mercedes-AMG GT Black Series recurre a un V8 biturbo de 4.0 litros que desarrolla 730 CV y 800 Nm de par, cifras que se encargan de catapultarlo hasta los 100 km/h en 3,2 segundos y declarar una velocidad máxima de 325 km/h.
Entonces sobre el papel el Black Series es mucho más rápido, pero sobre el asfalto la situación cambia. Esto se debe a la trabajada aerodinámica del GT3 RS y a la buena relación peso-potencia que ostenta, además del sistema DRS para modificar en marcha el ángulo del alerón y diferentes controles en el volante para regular rebote y compresión de la suspensión, incidencia del diferencial y permisividad por parte del control de tracción.
De esta manera, Jorg Bergmeister, piloto encargado de conducir el 911 GT3 RS en el infierno verde, ha jugado con todos los sistemas para adaptar el coche al complejo trazado y conseguir que, con tan solo diez años de diferencia y con 360 CV menos, sea 12 segundos más rápido que el incombustible Porsche 918 Spyder.
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