LOS MÁS PURISTAS, EN MODO ELÉCTRICO

Abarth, a contracorriente, puede ser la única capaz de crear el verdadero SUV eléctrico deportivo

Mientras otras marcas frenan sus ambiciones eléctricas, Abarth se lanza de lleno a la electrificación, prometiendo mantener su ADN deportivo en la era de las cero emisiones.

Abarth 500eCentímetros Cúbicos

En un giro que sorprenderá a muchos puristas del motor, Abarth, la marca conocida por sus potentes y rugientes "cochecitos" con motores de combustión, ha decidido apostar por un futuro 100% eléctrico en el mercado europeo. Esta decisión, que va en contra de la tendencia actual de muchos fabricantes de automóviles que están frenando sus planes de electrificación, podría posicionar a Abarth como pionera en la creación de auténticos deportivos eléctricos.

Gaetano Thorel, jefe de Fiat y Abarth en Europa, ha sido claro al respecto: no habrá vuelta atrás a los motores de combustión. Las estrictas regulaciones de emisiones y los altos costos asociados en Europa han sido factores decisivos. "¿Es justo pagar entre 1.000 y 2.000 euros de impuesto de circulación al año por un deportivo de combustión que emite 180g/km cuando puedo ofrecer a los clientes un deportivo eléctrico con el mismo nivel de disfrute y rendimiento equivalente al mismo precio?", argumenta Thorel.

La gama europea de Abarth ya refleja este cambio radical, constando exclusivamente de los modelos eléctricos 500e y 600e. Pero todavía quedaba la esperanza de ver una versión híbrida Abarth del próximo Fiat 500 Ibrida de 2026. Esperanza que se ha desvanecido, ya que Thorel considera que su sistema mild-hybrid no ofrece la potencia necesaria para merecer el emblema del Escorpión.

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Pero Abarth no se conformará solo con versiones eléctricas de los modelos compactos de Fiat. Thorel ha insinuado la posibilidad de un SUV eléctrico más grande, aprovechando los conceptos inspirados en el Panda que Fiat presentó a principios de 2024. "Para mí, Abarth puede desarrollarse sobre cualquier cosa siempre que tenga el ADN de Abarth. Personalmente, no veo un límite en que los coches Abarth sean solo hatchbacks del segmento A o B. Si es posible un SUV, ¿por qué no?", afirma.

Sin embargo, Abarth mantendrá su esencia como marca preparadora. No habrá modelos diseñados desde cero, al menos en un futuro próximo. "Carlo Abarth nunca hizo un coche desde cero. El ADN de Abarth es tomar un coche convencional y estirar su rendimiento a través del motor, la dinámica y el sonido, para hacerlo deportivo y accesible. Queremos permanecer fieles a este ADN", explica Thorel. Esto significa que no veremos un nuevo caso Cupra donde la marca del Escorpión empiece a desarrollar sus propios diseños de forma independiente.

Esta estrategia plantea un desafío interesante: ¿cómo mantendrá Abarth su carácter deportivo en la era eléctrica? La marca tendrá que reinventar elementos clave de la experiencia de conducción deportiva, como el sonido y la sensación de aceleración. El éxito del Abarth 500e, que según la marca supera en rendimiento a su homólogo de gasolina en ciertas condiciones, sugiere que están en el camino correcto.

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La decisión de Abarth de ir a contracorriente en un momento en que muchas marcas están reconsiderando sus estrategias eléctricas podría resultar visionaria. Al centrarse exclusivamente en vehículos eléctricos, Abarth tiene la oportunidad de focalizarse al máximo en encontrar ese perfil de vehículo deportivo con motor eléctrico que pueda tener un verdadero éxito entre los compradores. Al fin y al cabo, Abarth siempre ha creado coches para una minoría muy específica. El desafío está en que esa minoría es probablemente de las más aferradas al motor de combustión.

Su apuesta por un modelo que pudiera ser un SUV eléctrico recuerda un poco al papel de Cupra con el Ateca y más tarde con el Formentor. Si por algo llaman la atención los SUV es precisamente por ese aspecto sobredimensionado que también es común en los coches de Abarth. Bien es cierto que lo solemos ver más asociado a coches pequeños como el Fiat 500. Pero podría encajar en un perfil de coche mucho más grande donde el peso extra para dar cobijo a la batería no sería un problema muy grave y donde el coste elevado encajaría más con los presupuestos de quien busca un SUV de alta gama. Sin ir más lejos, el Cupra Tavascan podría ser uno de esos rivales directos de un posible Abarth SUV, donde la batalla por los eléctricos de gran formato con acabado deportivo tendría un claro sello europeo.