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SEGURIDAD EN EL COCHE

Adiós al ángulo muerto: 3 trucos para eliminarlo

Nuestra visión tiene límites, pero unos espejos retrovisores correctamente regulados puedes contarnos todos los detalles de lo que ocurre a nuestro alrededor

Los retrovisores nos cuentan qué es lo que ocurre alrededor del coche y por ello es fundamental ajustarlos (o revisar su posición) antes de arrancar. Sólo de esta manera tendremos la mayor visibilidad posible e, incluso, podremos evitar esa zona lateral de nuestro vehículo en la que no tenemos visión a través de ninguno de los tres espejos que nos acompañan. Apunta estos tres trucos para decir adiós al ángulo muerto. VER VÍDEO DE ARRIBA.

La visión humana no cubre todas las direcciones por razones naturales. Cuando ocupamos el puesto de conducción de un coche nos vamos a encontrar con un ángulo muerto de visión a pesar de tener retrovisores. Es pura geometría: el campo de visión que nos devuelven está limitado por la línea recta que sale de nuestros ojos, se refleja en los bordes del espejo y se extiende hacia atrás. Todo lo que está fuera de esa zona se vuelve invisible para el conductor.

La tecnología ha aportado soluciones para cubrir ese punto al que no llega ni nuestra vista ni los retrovisores. Hablamos del detector de ángulo muerto que, a través de unos sensores, detecta la presencia de un vehículo en esa zona y nos advierte a través de una señal sonora o visual. No obstante, este sistema sólo aparece en los modelos más modernos y no todos lo incorporan de serie.

Tres trucos para eliminar el ángulo muerto

¿Qué podemos hacer cuando carecemos de ese detector? Es tan sencillo como regular los retrovisores de forma efectiva para evitar perdernos lo que ocurre en ese ángulo muerto. La Guardia Civil nos da la clave desde la que tenemos que partir: los tres espejos tienen que aportar la información de forma conjunta. Y para ello existen tres trucos:

1. Interior

Su misión es reflejar toda la luna posterior para que el conductor sepa qué es lo que está pasando detrás de su coche.

2. Exteriores

Aquí está una de las claves: los retrovisores laterales deben enfocar justo al límite de la carrocería y, por lo tanto, no deben mostrar nada del propio coche. De esta manera, tendremos la mayor visibilidad posible en la zona donde hay más circulación posterior sin tener que girar la cabeza. Comprobar este ajuste es sencillo: cuando nos adelante un vehículo primero lo veremos detrás a través del interior y sin que haya desaparecido de ese espejo, surgirá en el exterior.

Si necesitas una mínima referencia espacial de tu coche puedes ajustar los retrovisores exteriores para que muestren una parte mínima, es decir, de la manilla de las puertas traseras hacia atrás.

3. Evita circular en esa zona

Como conductor sabes que todos los vehículos tienen un ángulo muerto de visión. Evita circular en ese punto más tiempo del necesario para realizar una maniobra y, por supuesto, señaliza tus movimientos.

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