TAMBIÉN GELES DESINFECTANTES
El coronavirus le ha obligado a cambiar sus planes y ha reacondicionado sus líneas de producción para fabricar dos de los productos más demandados en esta crisis sanitaria.
La crisis del coronavirus tiene su origen en China, pero afecta a todo el planeta. Se trata de una batalla en la que peleamos todos y donde los refuerzos están justos e, incluso, escasean. Teniendo en cuenta esto, BYD, el fabricante chino de coches eléctricos. Ha dejado a un lado los vehículos y se ha puesto a fabricas mascarillas y geles desinfectantes.
BYD presentó su primer coche eléctrico en 2008 y fue todo un éxito. El BYD F3 no tardó en entrar a formar parte de la lista de los vehículos más vendidos en China. Este triunfo no fue un hecho aislado puesto que en 2015 la marca añadió una muesca más a su palmarés: ya era el mayor productor de vehículos enchufables del mundo.
De los teléfonos a los coches
No es de extrañar que todavía conserve ese título si tenemos en cuenta que en su oferta podemos encontrar hasta autobuses eléctricos. Eso sí, su historia no siempre ha estado ligada al mundo de las cuatro ruedas. BYD fue fundada en 1995 por Wang Chuan-Fu, el mayor accionista de la compañía.
En ese momento, teniendo en cuenta las tendencias que había en el mercado por aquel entonces, su objetivo pasaba por convertirse en el mayor proveedor de baterías para teléfonos móviles. Ocho años después, en 2003, se metió de lleno en la industria del motor de la mano de BYD Automobile.
Un reacondicionamiento necesario
¿Qué relación podría haber entre BYD y el coronavirus más allá de la evidente? La marca ha parado las líneas de producción de las que salen sus coches eléctricos, pero no porque le haya afectado el Covid-19. La razón es otra: las ha reconvertido para fabricar mascarillas y geles desinfectantes, dos productos clave que están escaseando. Y tras el trabajo hecho, BYD ya puede fabricar hasta cinco millones de máscaras y 300.000 botellas de gel desinfectante al día.
En un par de semanas BYD ha acondicionado sus fábricas y esto teniendo en cuenta que el sistema necesario para dar forma a las máscaras, por ejemplo, necesita 1.300 piezas. ¿Cómo lo han logrado? El 90% son de fabricación propia. A esto hay que añadir la contratación de 3.000 ingenieros para investigar, desarrollar, diseñar y procesar estos dos productos. Además, ha dispuesto turnos de trabajo de 24 horas y los trabajadores se reparten entre los diurnos y los nocturnos.