DOS POSIBLES CASOS

Si tu coche se rompe durante la ITV, ¿quién se hace responsable de su reparación?

Dependiendo de la edad de nuestro vehículo, tendremos que pasar la inspección técnica cada dos años, cada cuatro o anualmente. Este conjunto de pruebas han sido concebidas para comprobar que su estado es el correcto para circular con seguridad, pero ¿y si nuestro coche, moto o furgoneta sufre daños durante las comprobaciones? ¿Cómo lo solucionamos?

La Inspección Técnica es una de las obligaciones que adquirimos cuando nos convertimos en propietarios de un vehículo. Debemos cumplir con estas revisiones obligatorias con periodicidad variable dependiendo, siempre, de la antigüedad de nuestro coche y su objetivo no es otro que comprobar su estado. Pero, ¿qué ocurre si sufre algún daño durante la comprobación? ¿Cómo lo solucionamos?

La inspección técnica está compuesta por una serie de pruebas cuyo objetivo es determinar que los vehículos que pasan por cada estación se encuentran en condiciones para circular con seguridad. Cada verificación está desarrollada para que el coche no sufra ningún daño: desde los componentes mecánicos hasta el chasis, pasando por la carrocería. Por agresivas que te parezcan, los coches sufren más sobre una carretera en mal estado.

Control de emisiones en la ITV | Newspress

Todo depende del daño

Sin embargo, este cálculo no es infalible y existe la posibilidad de que un vehículo sufra daños en el transcurso de alguna de las pruebas que se llevan a cabo. Si debido a la acción de uno de los técnicos, se produce ‘in situ’ algún desperfecto en tu coche (un limpiaparabrisas o una luna que se rompen, un arañazo en la carrocería…), el seguro de la estación se hará cargo de las necesarias reparaciones.

Las cosas se complican cuando la avería aparece después de haber pasado la ITV porque deberás justificar que el origen del problema fue una mala praxis que tuvo lugar durante la revisión. Y para ello, tendrás que demostrar que el coche estaba en perfectas condiciones cuando llegó a la estación y que el problema es consecuencia de ello: si tienes pruebas de ello, este es el proceso a seguir.

Coche clásico en un taller de ITV | AECA-ITV

Cómo demostrar su origen

Como las ITV dependen de cada comunidad autónoma, el proceso puede ser diferente, aunque, en general, el primer paso suele consistir en poner una hoja de reclamaciones. En ella, aparte de todos tus datos, debes describir los hechos y todo aquello que ayude a justificarlos: tendrás que quedarte con el documento original y los otros dos serán para la estación y para el organismo correspondiente.

La ITV tiene la obligación de mandar esta tercera copia a la Dirección General de Industria de la comunidad autónoma, acompañada de un informe en el que debe explicar los hechos. Sabrás que ha cumplido con su parte porque las autoridades tienen que darte una respuesta en la que figurará la decisión que han tomado sobre tu caso. O lo que es lo mismo: determinarán si la avería de tu coche se ha producido a raíz de su paso de la ITV y quién corre a cargo de los costes. Y si no estás conforme, siempre podrás llevar el caso ante la Justicia.