TIENEN PROBLEMAS EN LAS ZBE
Los coches con etiqueta B ya tienen su futuro escrito en las grandes ciudades.
La movilidad no solo está cambiando por los fabricantes, sino también por las normativas anticontaminación vigentes. Así lo demuestran los propios ayuntamientos de grandes urbes como Madrid o Barcelona, donde las normas de los distrito centro se están volviendo más restrictivas. Así, los coches con etiqueta B lo tendrán cada vez más complicado para acceder, y 2022 solo será la punta del iceberg.
Para empezar, debemos saber que los coches con distintivo medioambiental B son aquellos turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero del 2000 y diésel a partir de enero de 2006. Todos ellos están sobre la cuerda floja en lo que acceder a los distritos centro de aquellas ciudades que los tengan vigentes.
Si nos detenemos en Madrid, donde el ayuntamiento de Almeida aprobó la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible en septiembre, los vehículos con etiqueta B podrán acceder y circular por las Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección sin ningún tipo de problemas, pero es la ahora de estacionar donde cambia la cosa.
Y es que los vehículos con esta etiqueta tan solo podrán aparcar -en estas zonas- en aparcamientos de uso público o privado. Así, los únicos vehículos que podrán utilizar la zona de aparcamiento regulado SER son aquellos dotados con las etiquetas ECO y CERO, las dos que más beneficios reciben. De no cumplir con esta normativa, los usuarios de coches con esta etiqueta recibirán una multa de 90 euros.
En el caso de Barcelona, la Zona de Bajas Emisiones impide el acceso a aquellos vehículos más contaminantes al centro. Concretamente, se restringe la entrada a los vehículos sin etiqueta entre las 7:00 y 20:00 horas. De no acatar el horario, los conductores serán penalizados con una multa de 100 euros.
De momento, los coches con etiqueta B podrán seguir circulando por el distrito centro de Barcelona durante el año 2022. No obstante, esta situación podría cambiar drásticamente en no mucho tiempo, dejando a estos fuera de los vehículos que pueden acceder y limitándolo a los que luzcan las etiquetas ECO y CERO.