Un turbodiésel es más complejo y lleva componentes que no existen en un motor de gasolina.
Cuando determinados elementos entran en juego más posibilidades de avería hay. Estas son las 5 principales asociadas a los motores que funcionan con gasóleo.
Conducir un diésel sin que sufra averías no es tan simple como parece. En España, más de la mitad de los conductores conduce un coche de gasóleo y gran parte desconoce los cuidados que necesita. Dependiendo del uso que le demos, podremos minimizar riesgos de tener un fallo mecánico, que en el caso de este tipo de propulsores suelen suponer facturas de vértigo.
Y cuando eso ocurre, entre que un diésel es más costoso, y que una avería significa mayor desembolso, mientras que los nuevos propulsores de gasolina son muy eficientes. Conclusión: todo depende del uso que le demos o de cómo lo cuidemos.
Conviene recordar que un turbodiésel es más complejo y lleva componentes que no existen en un motor de gasolina. Una máxima en la mecánica es que a mayor sencillez, mayor fiabilidad. Cuando determinados elementos entran en juego más posibilidades de avería hay. Estas son las 5 principales asociadas a los motores que funcionan con gasóleo.