SE TRATA DE UN GRAN DESPLIEGUE

La DGT refuerza la vigilancia en carretera gracias a su última adquisición

La seguridad en la carretera es una tarea de todo conductor, pero la DGT también quiere velar por ello. De esta forma, se han adquirido 70 radares móviles repartidos así por las carreteras españolas con el objetivo de controlar la velocidad, sobre todo.

Con un festivo a la vuelta de la esquina, es normal que se refuercen los controles y la vigilancia en las carreteras. Así lo deja patente la Dirección General de Tráfico tras la adquisición de 70 radares móviles, dispositivos que estarán repartidos a lo largo del territorio nacional junto a los 270 cinemómetros fijos que adquirió la DGT recientemente en busca de velar por la seguridad en carretera.

Así que, aunque en gran parte este despliegue sea con motivo del festivo que se avecina y de los miles de desplazamientos que se van a producir, la Guardia Civil estará muy presente en la carretera de la mano de los radares móviles. Y en aquellos puntos en los que no se encuentren habrá, casi seguro, un radar fijo.

La vigilancia en carretera aumenta con la presencia de estos 70 radares móviles

En total, se han invertido 610.678,25 euros en este último fichaje de radares, cifra que se suma a los 14,5 millones de euros que costaron los radares fijos que hicieron acto de presencia hace unas semanas. De esta forma, la Dirección General de Tráfico cuenta a su disposición con más de 1.300 dispositivos de medición velocidad repartidos por toda la red de carreteras españolas.

La justificación que dan para estos radares no es otra que mejorar la seguridad en la carretera. Y es que estamos hablando de un fenómeno como la velocidad, la cual es causante de numerosos accidentes, entre los cuales hay víctimas mortales. De esta manera, y teniendo en cuenta los numerosos desplazamientos en coche que se van a producir con motivo del día 1 de noviembre, la DGT no quiere escatimar a la hora de controlar las carreteras.

Y ya no solo con radares fijos y móviles, sino también con controles de tráfico situados en los puntos clave de las principales autopistas españolas. Estos se encargarán de controlar presencia de drogas en el vehículo o si los conductores sometidos a pruebas han consumido alcohol o cualquier tipo de estupefaciente.

A ello debemos sumarle el cómodo uso que tienen estos radares para la Guardia Civil. Y es que estamos hablando de un dispositivo de mano con el que se puede medir la velocidad de los vehículos a tiempo real, pudiendo distinguir a lo lejos un coche o moto que está claramente sobrepasando los límites y preparar el radar para determinar si así es.