Al frenar se desprenden partículas
Las emisiones del tubo de escape no son las únicas que emiten los coches. Al frenar se desprende polvo de frenos, con partículas nocivas para la salud, y para lo que ya se intenta poner remedio.
Llevamos ya unos cuantos años con los filtros de partículas en los coches diésel, necesarios para reducir notablemente sus emisiones contaminantes, y todavía poco tiempo con los filtros de partículas de gasolina. Ahora es el turno de los filtros de partículas de los frenos, que, por extraño que pueda sonar a priori, tiene todo el sentido del mundo.
Prácticamente todos los componentes que salen por un tubo de escape son peligrosos y nocivos para la salud. Las famosas partículas resultan de una mala combustión y suelen ser hollín (compuesto a su vez de numerosos elementos) y metales. Son de un tamaño muy, muy pequeño y, cuanto más pequeñas, más peligrosas son pues penetran hasta los alvéolos pulmonares. Sin embargo, hay otro tipo de partículas de las que no se ha hablado tanto hasta ahora y son las partículas que se desprenden de los frenos cuando el disco y las pastillas entran en contacto y friccionan.
Según el especialista alemán Mann+Hummel, en Alemania se generan cada año 10.000 toneladas de partículas provenientes del polvillo de frenos. Y sí, aunque pueda pensarse que los eléctricos están libres de emisiones locales, también estos desprenden estas partículas contaminantes. Para solucionar este problema ya se trabaja en filtros de partículas para los frenos, y un Volkswagen Golf GTD ha sido cazado probando este sistema.
De momento poco se sabe de este sistema, a pesar de que Mann+Hummel lleva trabajando en ello desde hace unos tres lustros. Según este especialista alemán, sus filtros han sido capaces de capturar hasta el 80 por ciento de las partículas generadas al frenar en las pruebas realizadas, y además son resistentes a la corrosión y pueden soportar temperaturas extremadamente altas.