El boom de las gasolineras Low Cost: ¿Merece la pena repostar combustible barato?

Cada 36 horas se abre en España una nueva gasolinera, la mayoría de ellas independiente. En 2016 se crearon en España 241 nuevas estaciones de servicio y se superó por primera vez la barrera de las 11.000 gasolineras en el territorio. Concretamente ha habido un crecimiento de los puntos de suministro del 8,5% que se ha visto beneficiado por la crisis económica y la liberalización del mercado a través de la Ley de Hidrocarburos de 2013.

Los grandes grupos como Repsol, BP, Cepsa, Galp y Disa son las afectadas ya que han visto reducir su cuota de mercado frente al auge de las gasolineras independientes que han irrumpido en el mercado con precios más económicos, gasolina y gasóleo entre 5 y 10 céntimos más barato que en las estaciones abanderadas. Pese al retroceso de las grandes petroleras, Repsol posee el 31,2% del mercado, Cepsa el 13,8% y BP el 5,71% y todo ello pese al crecimiento de las gasolineras independientes cifrado en un 44% desde 2011 o el de las estaciones de servicio de hipermercados cifrado en un 30%.

¿Pero nos podemos fiar de ese ahorro repostando combustible barato? Esta es la pregunta que todos nos hacemos cuando descubrimos que entre una gasolinera y otra encontramos precios hasta un 10% menor, lo que indudablemente se traduce en un importante ahorro a la hora de llenar el tanque de combustible. Y aquí la respuesta es categórica, todos los combustibles que se comercializan en nuestro país cumplen con los requisitos mínimos exigidos por la ley siendo distribuidos por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) que es quien garantiza el cumplimiento.

Estos carburantes pueden llegar a ofrecer mejores cualidades en según que estaciones, pero siempre obedeciendo unas mínimas garantías de calidad en el carburante, en su transporte, en el almacenamiento y en las estaciones de servicio donde se reposta.

Obviamente existen fraudes en tanto a la manipulación y/o contaminación del combustible, fraudes que pueden salpicar a cualquier estación de servicio sea o no Low Cost. Es por ello por lo que teniendo en cuenta que todos los carburantes cumplen esos requisitos mínimos, siempre hemos de apostar por los puntos de suministro que mejores garantías nos ofrezcan en tanto al mantenimiento de sus instalaciones, un punto crucial para la calidad del combustible.

Ante la guerra de precios entre gasolineras, las grandes petroleras están apostando de forma decidida por la promesa de una mejor calidad de combustible a través de los aditivos, soluciones añadidas que hablan de un menor consumo, mayor limpieza y mejor rendimiento, aunque el precio sea mayor que sus alternativas Low Cost o de hipermercado.