¿Cuántas personas de las que estáis leyendo esto ha probado alguna vez a saltarse marchas en su coche? Seguro que el número es cuantioso, e incluso seguirá siendo importante la cifra de quienes lo hacen habitualmente.
Reducir de 6ª a 3ª directamente, o subir de 3ª a 5ª. ¿Quién no lo ha hecho? Pero, ¿es bueno realizar tal práctica? ¿Tiene consecuencias perjudiciales para nuestro vehículo? Lo cierto es que
esta práctica no es buena o mala per se, sino que dependerá de cómo la realicemos. Saltarse una o dos marchas en cambios de marcha en aumento es, digamos, relativamente seguro. La única precaución que habremos de tomar es
soltar el pedal del embrague más lento de lo que lo hacemos en un cambio natural. Así nos aseguramos de que las velocidades de giro del motor y la transmisión se adecúen y sincronicen más fácilmente, y evitaremos que en el cambio suframos una incómoda sacudida.
Al igual que sucede con los cambios hacia arriba, cuando reducimos de marcha las velocidades de giro de motor y transmisión pueden llegar a ser muy diferentes si nos saltamos varias relaciones, por eso es importante también aquí igualar dichas velocidades. De la misma forma que una simple reducción de una sola marcha requiere igualar las revoluciones del motor con las de la transmisión -para lo cual sirve el
famoso -, si lo que queremos en bajar varias marchas de una sentada tendremos que aplicar algo más de gas. En los casos más extremos pueden suceder dos cosas: por un lado,
si hacemos un cambio brusco sin igualar las revoluciones, las ruedas a las que se dirige la fuerza del motor pueden llegar a bloquearse, pudiendo provocar que el coche derrape o deslice. Por otra parte, puede ocurrir que nos pasemos de vueltas en el sentido más literal de la expresión. Y es que si hacemos un salto de varias marchas (pongamos como ejemplo de 6ª a 2ª),
puede pasar que la velocidad del motor exceda la línea roja, y eso podría acarrear una avería de costosas consecuencias... Por supuesto eso también puede suceder con un cambio simple -una sola marcha- hacia abajo, en el caso de que el motor ya esté cerca de la línea roja en la marcha en la que estamos circulando.
Por tanto, la conclusión final es que
ambas prácticas son seguras y no suponen un riesgo importante para nuestro coche si las realizamos correctamente, aunque sí hay que tener en cuenta que, sobre todo en las reducciones, estaremos sometiendo a más estrés a los sincronizadores de la transmisión. Como norma habría que tener en consideración dos cosas:
soltar el embrague más lento que de costumbre si aumentamos varias marchas de golpe; y tomar como precaución
no reducir más de dos velocidades de un salto, por si excedemos el régimen de giro límite de nuestro motor. En Centímetros Cúbicos: