PRODUCIDO EN CARTAGENA
La multinacional energética y petroquímica española Repsol acelera su apuesta por los combustibles renovables y define un nuevo objetivo de expansión en su red de estaciones de servicio de la Península Ibérica.
En febrero de 2023, el Parlamento Europeo dio luz verde a la legislación que ponía fecha de caducidad a los vehículos de combustión. A partir de 2035, la venta de estos coches estará prohibida, lo que se traduce en que para ese entonces todos los automóviles y furgonetas nuevas matriculadas en Europa serán de emisión cero.
Ante esta situación, la petrolera española Repsol ha decido apostar fuertemente por los combustibles renovables, una tecnología que debería eludir las limitaciones a la circulación planteadas por Bruselas. Este tipo de gasolina se encuentran en el camino de homologar las cero emisiones, por lo que se convertirían en la alternativa perfecta de los sintéticos. Eso sí, a un precio más razonable.
El motivo principal por el que este biocombustible es más barato se debe al principio de economía circular. Esto quiere decir que la compañía Repsol utiliza como materia prima de su gasolina 100% sostenible residuos orgánicos como el aceite usado de cocina. En este sentido, Repsol ha puesto en marcha en los últimos meses una iniciativa de recogida de aceite de cocina usado en sus estaciones de servicio de la Comunidad de Madrid y Galicia, aunque admiten que se irán extendiendo por el resto de comunidades de forma progresiva.
Para comprender el esfuerzo dedicado por Repsol en la fabricación de este combustible, debemos tener en cuenta que las limitaciones establecidas por la Unión Europea para 2035 no obligan a que los coches sean eléctricos, sino que la normativa habla textualmente de tecnologías de cero emisiones.
Por lo tanto, cualquier tipo de vehículo que demuestre moverse sin emitir emisiones durante todo el proceso productivo del combustible tendría que estar permitida. Además, otra de las ventajas de los combustibles renovables es que pueden utilizarse en todos los vehículos sin necesidad de realizar modificaciones en los motores ni en las infraestructuras de distribución y de repostaje ya existentes.
El éxito de esta gasolina 100% sostenible ha sido tal, que la compañía Repsol ha decidido poner en marcha en Cartagena (Región de Murcia) la primera planta de la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la producción de biocombustibles avanzados a partir de residuos, fabricando anualmente unas 250.000 toneladas.