¿UNA PROPUESTA VIABLE?

Exámenes de conducir privados: la propuesta de las autoescuelas

Con las jefaturas de tráfico colapsadas, la última propuesta de las autoescuelas aboga por limitar el impacto de los aspirantes a conductores haciendo uso de recursos privados para realizar exámenes de conducir

Cada año decenas de miles de personas aspiran a obtener su permiso de conducción, generalmente el permiso B, que da derecho a utilizar vehículos a motor de hasta 3.500 kg en vía pública. Sin embargo, y pese a que en los últimos años el número de aspirantes se ha reducido de manera más que palpable, lo cierto es que en las diferentes jefaturas de Tráfico repartidas por todo el territorio se está viviendo una notable situación de bloqueo, debido principalmente a la falta de medios.

En los últimos meses la Dirección General de Tráfico ha reforzado su plantilla con la incorporación de nuevos examinadores con la intención de dar algo de "oxígeno" a un sistema que acumula importantísimos retrasos. Parece que, sin embargo, no es suficiente...

La propuesta de las autoescuelas para los exámenes de conducir

La Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE) aboga por una combinación de recursos entre el sistema público y privado en el ámbito de los centros de exámenes de Tráfico. Hablan de la apertura de espacios específicos, similares a los encargados de llevar a cabo las pruebas de la ITV, que puedan asumir las competencias reservadas para dichos centros. Según la CNAE, esta medida permitiría a los ciudadanos elegir entre dos opciones y fortalecería la economía del sector, al tiempo que aliviaría la presión durante las épocas de mayor demanda en los centros.

Examen para obtener el carnet de conducir | iStock

Sin embargo, esta propuesta no encuentra respaldo entre los sindicatos. La Unión Sindical Obrera (USO) argumenta que esta iniciativa no debería llevarse a cabo, advirtiendo sobre el riesgo de posibles sesgos de objetividad en el caso de una doble vía para sacarse el carnet, argumentando que estas empresas podrían priorizar el beneficio sobre las competencias del examinado, lo que resultaría en conductores de baja calidad y representaría un peligro para la seguridad vial.

La CNAE sostiene que este enfoque mixto podría resolver el problema principal de Tráfico en este tema, que no es otro que la dificultad para hacer frente a los picos de demanda durante los periodos vacacionales del funcionariado, ya que la mayoría de los candidatos buscan examinarse de su carnet durante las pausas en sus estudios, como en Navidad o verano, justo cuando el volumen de plantilla de la DGT se encuentra en sus niveles más bajos.