Los fabricantes tienen que abrazar sí o sí la tecnología eléctrica.
Esta semana, en Centímetros Cúbicos hemos analizado cómo evolucionará la movilidad eléctrica hasta compartir escenario con los coches alimentados por hidrógeno.
En el anterior programa de Centímetros Cúbicos seguíamos repasando la historia de los coches eléctricos, desde las guerras mundiales hasta la llegada del hombre a la luna. Pese a que el coche eléctrico hizo sus pinitos en nuestro satélite natural, no tardó en regresar a casa.
En los 80 llegaron nuevos intentos de movilidad eléctrica. Y en los 90 las ciudades se empezaron a enfrentar a la contaminación ambiental.
Aunque la actual era eléctrica comenzó con la llegada de Tesla Motors y su Roadster en 2008. Un primer 'superdeportivo' eléctrico que utilizaba el chasis heredado del Lotus Exige, con más de 300 kilómetros de autonomía.
En la actualidad, la mayoría de las marcas tienen ya uno o varios vehículos cien por cien eléctricos en el mercado, o un plan para incorporarlo en su gama en un futuro cercano. Con las normativas impuestas por la Unión Europea, los fabricantes tienen que abrazar sí o sí la tecnología eléctrica.
Aun así, hay también nuevas propuestas que amplían la movilidad eléctrica y que compartirán escenario en el futuro con los coches eléctricos de hoy, como los coches alimentados por hidrógeno.
Así que, la combinación ideal del futuro sería un coche de hidrógeno que a la vez se pudiera recargar con electricidad convencional, lo que permitiría seguir aprovechando durante mucho tiempo la red de cargadores que se está implementando ahora en el planeta. ¿No os parece?
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