Un radar móvil situado en Tarragona ha formalizado 500 multas por exceso de velocidad en apenas 3 horas
Desde un pueblo de Tarragona nos llega la noticia de un radar móvil situado a las afueras de una travesía limitada a 40 km/h, que ha multado, en cuestión de 3 horas, a más de 500 infractores.
Los radares móviles son, posiblemente, los elementos de control más odiados por los conductores españoles. Ocultos tras marquesinas, guardarrailes, señales, o instalados en el interior de vehículos, son capaces de detectar la velocidad de los vehículos que circulan por las carreteras sin que éstos últimos lo sepan.
Por lo general, la colocación de los radares móviles obedece al criterio de la seguridad: se instalan en lugares donde el nivel de siniestralidad y de peligro es más alto que la media, intentando así reducir la media de velocidad a la que los vehículos circulan en ese tramo. Sin embargo, en ocasiones este motivo resulta, cuanto menos, difícil de justificar.
Es el caso del radar móvil que el pasado domingo 10 de junio se situó en el Camí de El Vendrell, en Tarragona, entre las 17:30h y las 20:30h. Colocado en una avenida con la velocidad limitada a 40 km/h, controló la velocidad de un total de 850 vehículos, de los cuales más de 500 fueron detectados circulando a una velocidad superior a la permitida.
Sí, en 3 horas este radar móvil puso nada más y nada menos que 500 multas, todo un récord que supondrá una buena inyección de liquidez para el Ayuntamiento de Barà, propietario del radar. Destaca, por ejemplo, la detección de un conductor pillado circulando a 98 km/h, lo que supone 2.5 veces la velocidad máxima permitida. A este conductor se le abrirá un proceso judicial por un delito contra la seguridad del tráfico.