El 41% de las personas, tanto conductores como viandantes, no confían en esta tecnología
La posibilidad de un futuro en el que los coches no tripulados por seres humanos y personas convivan en las calles y las carreteras obliga a desarrollar nuevas tecnologías.
Pensar en acelerar la llegada de los vehículos autónomos plantea no solo muchas necesidades en cuanto a legislación, sino que además plantea nuevos problemas a la hora de desarrollarse el día a día. Especialmente, la convivencia entre máquinas y seres humanos deberá actualizarse una vez más, surgiendo nuevas necesidades como la de facilitar el lenguaje entre vehículos no tripulados y el resto de los usuarios de calles y carreteras.
En nuestra rutina al volante de un automóvil son muchas las ocasiones en las que optamos por comunicación gestual o verbal. Estos elementos no podrán ser utilizados por la IA que se encargue de conducir los coches autónomos, por lo que será necesario desarrollar unos estándares de comunicación entre vehículos y seres humanos. Jaguar y Land Rover presentaban su propio sistema de imágenes inteligente con el que se proyectará la dirección que tomará el automóvil para que no se produzca ningún incidente o atropello. Además, también se señalizarán otras maniobras como el de la detención inmediata o la marcha atrás.
El sistema, desarrollado por el socio tecnológico, Aurrigo, mostrará a través de un sistema sencillo los distintos movimientos del coche autónomo, en este caso con un sistema de barras cuya distancia se reducirá cuando se esté realizando la frenada, hasta convertirse en un bloque compacto cuando se detiene. En el caso de acelerar, el espaciado entre dichas líneas se hará mayor, mientras que, en el caso de girar hacia derecha o izquierda, las marcas luminosas mostrarán la dirección, similar al sistema de que incorporan los principales videojuegos de carreras a la hora de mostrar la 'trazada ideal'.
Según un estudio realizado por psicólogos cognitivos especializados, el 41% de los conductores y viandantes están preocupados por compartir la carretera con vehículos autónomos. El innovador sistema puesto a prueba por JaguarLand Rover se testó en un escenario que replicaba una calle normal en sus instalaciones de Coventry con ingenieros que registraron los niveles de confianza de peatones con y sin proyecciones: “Las pruebas se basan en comprender cuánta información debe compartir un vehículo autónomo con un peatón para ganar su confianza. Al igual que con cualquier nueva tecnología, los humanos tienen que aprender a confiar en ella, y cuando se trata de vehículos autónomos, los peatones deben confiar en que pueden cruzar la calle de manera segura”.