PUEDE SER FATAL
Cuando hablamos de seguridad a los mandos de un coche, nos referimos también a frenar, y para poder hacerlo adecuadamente debemos mantener en buen estado estos 3 elementos.
Cuando viajamos en coche no solo debemos tener una actitud prudente ante cualquier imprevisto, sino también encargarnos de que el estado de nuestro coche sea óptimo. Para ello, hemos hablado en infinidad de ocasiones sobre cómo cuidar y preparar nuestro vehículo para un largo trayecto, pero hay más. Y es que si no prestamos especial atención a los neumáticos, frenos y amortiguadores, podemos alargar drásticamente la distancia de frenada, y así lo recuerda la DGT con porcentajes exactos. VER VÍDEO.
Debemos tener en cuenta que el buen estado y correcto mantenimiento de estos componentes depende de nosotros, y aunque es necesaria una revisión periódica para conocer las condiciones en las que se encuentran, también debemos comprobarlos antes de un viaje. De ignorar un mal estado de los neumáticos, frenos o amortiguadores podemos encontrarnos con una distancia de frenado mucho mayor y sufrir un accidente.
Los neumáticos son el elemento que se encarga de conectar el coche al suelo, por lo que un dibujo en condiciones óptimas resulta crucial. Para asegurarnos de ello, debemos revisarlos con frecuencia y evitar a toda costa que el desgaste sea mayoritario, y en caso de serlo cambiarlos inmediatamente. De lo contrario, podríamos experimentar un aumento de la distancia de frenado en un 6%.
Por otra parte, no debemos obviar los amortiguadores, que al final se encargan de absorber las irregularidades del firme. Es fácil identificar que se encuentran en mal estado después de apreciar excesivos rebotes del coche, comportamientos extraños en el paso por curva, desgaste anormal de los neumáticos o identificar que el coche está desnivelado. De no cambiarlos y seguir circulando con ellos en mal estado la distancia de frenado aumenta en un 36%.
Por último pero no por ello menos importante los frenos, elemento primordial e imprescindible -lógicamente- para poder frenar el vehículo. Su mal estado se puede apreciar a través de un tacto esponjoso, ruidos y vibraciones al frenar, un pedal de freno más duro y, por supuesto, una mayor distancia de frenado, la cual se incrementa en un 25%.