La somnolencia ha costado la vida a más de 800 personas en los últimos 5 años, y en caso de tener un accidente, el riesgo de morir se multiplica por 2. Así de tajante se muestra el último estudio sobre la influencia de la somnolencia en la conducción. Hablamos de un serio problema muy presente en nuestras carreteras y es que nada menos que
17 millones de conductores admiten haber sufrido somnolencia durante la conducción, encontrando 8,1 millones que admiten haber tenido microsueños (una cabezada) y 1,4 millones que aseguran haber tenido un accidente de tráfico fruto de la somnolencia. #TePuedeInteresar:
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aunque un 77% de los encuestados admite el elevado grado de peligrosidad de la somnolencia al volante, un 55% de los conductores admite resistirse a parar y forzarse a continuar lo máximo posible pese al claro déficit de atención. En los últimos 5 años se han producido 20.600 accidentes y alrededor de 800 personas han perdido la vida como consecuencia del sueño. Además, 3.300 personas habrían resultado heridas de gravedad y otras 24.000, heridas leves. Para hacernos una idea del escenario más prolífico para que la somnolencia termine en un accidente, el estudio nos revela cuál es el perfil "medio" a la hora de revisar todos los datos.
La mayoría de los accidentes por culpa del sueño se producen en la madrugada del sábado al domingo, en vacaciones (mes de julio), por salida de vía y en carreteras interurbanas. Curiosamente los vehículos no suelen ser especialmente antiguos (de 3 a 10 años) y el sujeto es un hombre joven de 21 a 30 años. Aunque son muchas las campañas que intentan prevenir y alertar sobre la influencia del sueño al volante, este estudio admite que no son efectivas entre la población. Aún así
no podemos sino recordar la importancia de detenernos en cuanto detectemos los primeros síntomas del sueño, realizando un alto en el camino en el que despejarnos, tomar un refresco a poder ser con cafeína y estirar las piernas por unos minutos. Si el sueño persiste o efectivamente la fatiga no desaparece, lo mejor será intentar echar una cabezada para recuperar fuerzas e incluso valorar una parada completa hasta que nuestro cuerpo recupere el 100% de su atención. Fuente: Fundación Línea Directa