¿SIN MÓVIL? SIN PROBLEMA
Son perfectos si te mueves en convoy con otros coches, si necesitas avisar a alguien que va por otra carretera, o si tienes que organizarte con tu familia.
El gran apagón del 28 de abril pilló a más de uno con el móvil sin batería, sin red y sin manera de avisar a nadie. Sin semáforos, sin datos, sin gasolineras y sin cobertura, muchos se dieron cuenta de que en una emergencia real, el teléfono móvil puede no servir para absolutamente nada.
Y entonces surge la pregunta: ¿cómo nos comunicamos si falla todo? La respuesta, por sencilla que parezca, está en un dispositivo que parecía olvidado... pero que ahora vuelve con fuerza: los walkie talkies.
No hablamos de juguetitos con antena ni de sistemas militares carísimos. Hablamos de pequeños emisores-receptores que funcionan con batería, no necesitan red móvil ni cobertura, y permiten mantener el contacto en distancias cortas o medias. Son perfectos si te mueves en convoy con otros coches, si necesitas avisar a alguien que va por otra carretera, o si tienes que organizarte con tu familia si os separáis durante una situación de emergencia.
Además, hoy día muchos modelos permiten cargar la batería por USB (desde el coche, una powerbank o placas solares), y funcionan en frecuencias libres que no requieren licencia, como las PMR446 en Europa.
Aquí no hace falta gastar un dineral. Estos dos modelos destacan por su fiabilidad, facilidad de uso y precio asequible, perfectos para tener en la guantera o mochila de emergencia:
Baofeng BF-88E (PMR446)
Motorola T62
Ambos modelos son perfectos para llevar en el coche por si te toca una de esas situaciones que nadie espera... hasta que pasa.
Puede pasar: llevas tu walkie, estás preparado… y nadie más tiene uno. Pero incluso en ese caso, te puede servir para buscar ayuda. Durante una emergencia, hay más gente de la que crees usando PMR para coordinarse: voluntarios, radioaficionados, personal de protección civil o incluso vecinos organizados.
En situaciones así, sintonizar los canales uno a unoy hacer una llamada clara y breve (como “¿Hay alguien en este canal? Necesito ayuda, cambio”) puede ser la diferencia entre quedarte incomunicado o encontrar apoyo.
No se trata de ponerse catastrofista, sino de ser práctico. Igual que llevas un triángulo, un chaleco o unas pinzas, un walkie puede marcar la diferencia si falla lo que damos por sentado: la red, el móvil, el GPS… Y con lo que cuestan, no hay excusa.