Está claro que para poder sacar productos a precios ventajosos es necesario hacer uso de las denominadas "economías de escala",
compartiendo la mayor parte de elementos posibles y así reducir los costes. Si hablamos de vehículos eléctricos, el factor precio toma especial relevancia al ser ya por concepto muy caros.
La alianza Renault-Nissan ya tiene claro que los y de próxima generación tienen que
compartir muchos elementos para conseguir reducir los gastos, tanto de desarrollo como de producción, algo que resulta lógico pero que sorprende al ser productos muy distintos en categorías bien diferentes.
Teniendo en cuenta el anuncio de usar la misma plataforma,
todo parece indicar que el nuevo ZOE crecerá en tamaño hasta convertirse en un compacto en toda regla, dejando también espacio para algún eléctrico más sencillo de precio accesible.
Otra opción sería hacer un Leaf más pequeño pero no creemos que sea la solución más interesante, especialmente ahora que
el sector taxi está apostando por este tipo de vehículo y Nissan ya tiene una pequeña cuota de mercado.
Además de la plataforma,
sería interesante que ambos modelos tuviesen en común la mecánica y batería en lugar de hacer uso de empresas diferentes. Siendo ambos modelos actualmente líderes en el mercado europeo, compartiendo todos los órganos especiales se lograría una reducción de costes importante. De todas formas en
muchas ocasiones ahorrar en la producción no siempre implica un descuento importante en los precios de venta, dejando un mayor margen de ganancia para las marcas.