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Los motivos por los que la OCU no recomienda comprar un coche de hidrógeno

La Organización de Consumidores y Usuarios ha manifestado los motivos por los que el vehículo impulsado por hidrógeno no es todavía una buena solución. Estas son sus ventajas e inconvenientes.

BMW iX5 alimentado por hidrógeno Grupo BMW

En plena irrupción de las tecnologías alternativas en los motores tradicionales de combustión interna, los vehículos eléctricos y de hidrógeno han surgido como opciones vanguardistas destinadas remodelar el horizonte de la movilidad. En este cambio de paradigma, la gran presencia de los primeros en parque móvil contrasta con la testimonial presencia de los de pila de hidrógeno.

Gran parte de culpa de esta presencia testimonial reside en la oferta limitada a nivel mundial de los coches propulsados por este gas, lo que denota también una clara falta de viabilidad en estos vehículos. Tan solo tres son los modelos comercializados en el mercado: el Hyundai Nexo, el Toyota Mirai, los dos únicos ofertados en España, y el Honda Clarity.

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En el caso de nuestro país, otro motivo que hace más complicada la presencia de los coches de hidrógeno es la ausencia de estaciones de servicio. En España tan solo existen tres hidrogeneras en todo el territorio, situadas en Madrid, Barcelona y Zaragoza. Además, el pasado 2022 tan solo se vendieron 4 unidades, por las 6 comercializadas en lo que llevamos de año.

¿Por qué no es recomendable el vehículo de hidrógeno

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado una comparativa entre el coste de combustible a los 10.000 kilómetros en función del precio de las fuentes de alimentación. En el primero de los casos, la gasolina, el coste se eleva a los 1.200 euros a los 10.000 km. Le sigue el protagonista de este artículo, el hidrógeno, con un pago de 800 euros. Por último, nos encontramos con el coche eléctrico, que con su tecnología consume unos 400 euros.

Pese a que el coste del combustible de un vehículo de hidrógeno es cerca de un 50% más barato que el de un automóvil de gasolina, la diferencia no compensa el alto coste de compra. "Si queremos un coche 0 emisiones sería mucho más económico adquirir un coche eléctrico, tanto por el precio de compra como por coste de uso", subraya la OCU.

Para concluir, la OCU aporta una lista de ventajas e inconvenientes del vehículo impulsado mediante pila de hidrógeno. Y pese a que los puntos positivos están relacionados con la sostenibilidad, adaptada a la nueva movilidad, los datos desfavorables parecen aún insalvables.

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En el lado de las ventajas nos encontramos con su nula contaminación, puesto que únicamente contamina la producción del gas si éste no se obtiene de fuentes renovables. Además, nos permite el acceso a las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades y ofrece ventajas fiscales, gracias a la etiqueta 0. Por último, en contraste con el eléctrico, el repostaje es rápido, similar al de un diésel o gasolina.

Por el contrario, las desventajas se focalizan en tres puntos principales según la OCU. Y es que la ausencia de hidrogeneras, el precio del combustible (superior a la electricidad) y el de venta de los modelos hacen, por el momento, que los conductores se decanten por otro tipo de vehículos antes que por los impulsados por pila de hidrógeno.