Los nuevos dispositivos estarán situados en las vías secundaria
60 nuevos radares móviles comenzarán a funcionar próximamente en las carreteras españolas, una nueva compra realizada por la DGT por valor de 860.310 euros para equipar radares móviles en las motos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
El anuncio oficial de esta nueva remesa de radares se ha producido a través de la cuenta de Twitter de Gregorio Serrano, Director de la DGT, quien no ha dudado en justificar la compra de los 60 cinemómetros con las muertes en carretera de 2016.
Según la DGT, en 2016 fallecieron 300 personas por exceso de velocidad. Estos nuevos radares móviles serán equipados en las motocicletas de la Guardia Civil, dispositivos que podrán ser instalados en cualquier punto y que, gracias a su tecnología y reducido tamaño, consiguen pasar desapercibidos y alcanzar una elevada precisión en la medición. Ésta lleva bastante tiempo sobre la mesa, sin embargo el cambio en la dirección y otros cambios llevados a cabo en la DGT han retrasado la compra de los nuevos radares móviles destinados única y exclusivamente al uso por los agentes motoristas.
La compra de estos nuevos 60 radares móviles, como no podía ser de otra forma, ha vuelto a generar una intensa polémica ante el verdadero sentido de los radares, especialmente del tipo móvil como es el caso. El afán recaudatorio es la principal acusación, ya que la DGT encadena récords históricos de recaudación cada nueva ejercicio, viendo a su vez como las muertes en carretera no se reducen.
Este año 2017 puede ser clave para analizar y criticar muy seriamente la política en cuanto al uso de radares y su falta de eficacia como herramienta para reducir la siniestralidad. A día de hoy, los datos demuestran que a mayor número de radares no se han reducido las muertes con respecto a 2016, habiendo reforzado fuertemente la compra e instalación de radares pero acumulando un número de fallecidos superior al pasado 2016.