PARA MINIMIZAR RIESGOS EN LA CARRETERA
Las señales de tráfico también evolucionan con el paso del tiempo, adaptándose así a las nuevas circunstancias que rodean a la circulación. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la actualización de la señal P-24
Los accidentes entre vehículos y animales salvajes en carretera representan un riesgo significativo tanto para la seguridad de los conductores como para la vida silvestre. Los accidentes más comunes suelen involucrar a animales como ciervos, corzos o jabalíes, especialmente en áreas rurales o cercanas a espacios naturales. Estos incidentes pueden tener consecuencias graves, desde daños materiales considerables hasta lesiones para los ocupantes del vehículo y, lamentablemente, a menudo resultan en la pérdida de vidas de animales y personas.
Para prevenir estos accidentes, es esencial que los conductores estén alerta, especialmente durante las horas de mayor actividad animal, como el amanecer y el anochecer. El establecimiento y mantenimiento de pasos de fauna y cercas protectoras en puntos críticos pueden ser estrategias clave para preservar la seguridad tanto de los conductores como de la fauna local. Asimismo, la reducción de la velocidad en áreas conocidas por la presencia de vida silvestre, el uso de luces brillantes y la atención a las señales de advertencia son, sin duda, medidas a tener en cuenta para evitar colisiones.
En ocasiones, desgraciadamente, los conductores ignoran las señales que nos alertan de que estamos entrando o circulando en un tramo con cierto peligro, bien por falta de atención o bien por algún despiste. Por eso, las administraciones están constantemente trabajando para mejorar la visibilidad de estas señalizaciones, básicas para que los usuarios sean conscientes de por dónde están circulando en cada momento.
La señal P-24 es una de las más comunes si hablamos de alertar de la presencia de animales sueltos y salvajes por la carretera. Esta señal, de tipo advertencia, es triangular con borde rojo y fondo blanco, sobre el que se dibuja un corzo en color negro. Esta señal ha recibido ahora una ligera actualización a nivel visual, de manera que se pueden incorporar ya luces parpadeantes en los tres vértices del triángulo.
Esta señal, de fabricación puramente española, ya se ha instalado en más de 100 emplazamientos diferentes en las carreteras españolas, contando con sistemas de alimentación independiente que permite que la señal emita destellos luminosos sin tener que conectarse a ninguna red eléctrica, bien sea a través de baterías o bien a través de sistemas de alimentación mediante paneles solares. Con esta nueva señalización los conductores se dan cuenta de manera mucho más efectiva de que está circulando en una zona especialmente peligrosa, haciendo que éste preste aún más atención a la circulación.