'MADE IN' GALICIA
Un empresario gallego está patentando esta singular idea para que los conductores más irresponsables no puedan circular por el sentido contrario impidiendo su paso pero, ¿cómo?
Uno de los accidentes con más probabilidad de registrar víctimas mortales son los provocados por una colisión frontal. Según los datos de la DGT, se registran cerca de 4.500 accidentes de este tipo al año en Europa. No es de extrañar que una de los hechos que provocan este tipo de catástrofes sea la irresponsabilidad de ciertos conductores que, por despiste o temeridad, circulan por sentido contrario.
Juan Manuel Pato González, un empresario de Galicia, está tratando de patentar un invento que podría ser la solución a estos conductores kamikazes. "Se trata de un impedimento físico para acceder a las vías en dirección prohibida, pero permitiendo la salida de los vehículos que circulan correctamente", comentaba el inventor.
Para Pato González el problema radica en que el mecanismo actual para 'evitar' que una persona circule en sentido contrario es tan solo una señalización que advierta al conductor que está yendo en sentido contrario. Para el empresario gallego debería existir un impedimento físico para que quien vaya al volante no pueda continuar con su marcha. Según la DGT, el principal motivo por el que estos irresponsables incumplen esta normativa de circulación es por carreras o apuestas.
Desde el pasa 1 de agosto, la patente se encuentra en trámites. Atendiendo a la explicación adjunta para la solicitud, tal y como explica La Voz de Galicia, se trata de una plataforma retráctil de polímeros elastómeros o de metal que permite la salida de los vehículos que circulan de forma correcta pero impide la entrada de aquellos que intentan acceder en sentido contrario al de la circulación.
Este no es el único invento de Juan Manuel. El empresario ya patentó en 2009 un método para evitar atropellos en los pasos de peatones gracias a un mecanismo de bolardos conectados a un semáforo. Cuando el semáforo está en rojo, los bolardos se levantan para evitar que los vehículos puedan avanzar y se pliegan automáticamente cuando pasa a verde.