Una de las razones es su mayor precio de compra
El diésel ha disfrutado, en los últimos veinte años, de una 'salud de hierro' en nuestro país. Sin embargo, en los últimos tiempos hemos vivido un retroceso de las mecánica diésel a favor de otras alternativas.
La adquisición de un coche nuevo es una de las decisiones más importantes a las que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida. Una compra que supone varios años de ahorro, de esfuerzo, ha de estar lo suficientemente bien pensada para que no implique problemas en los años siguientes a la llegada del coche a casa.
El diésel ha disfrutado, en los últimos veinte años, de una 'salud de hierro' en nuestro país. La proporción de ventas de vehículos diésel frente a vehículos gasolina era más que apabullante, pero en los últimos tiempos hemos vivido un retroceso muy acusado de las mecánicas diésel, que han cedido terreno en favor de otras alternativas. Pero, ¿por qué el diésel ya no es tan buena opción?
La primera razón es la mejora en la tecnología de los vehículos de gasolina, de los híbridos y de los eléctricos. ¿El diésel ha avanzado? Por supuesto, pero la tecnología que propulsa a los motores de gasolina está más afinada que nunca, y un motor de gasolina actual es capaz de ofrecer unas prestaciones y un refinamiento brillantes con unos consumos muy similares a los de su alternativa diésel.
La segunda razón es su mayor precio de compra. A día de hoy la adquisición de un vehículo diésel supone un sobreprecio respecto al mismo modelo con motor de gasolina equivalente, una diferencia económica que, con la igualdad de consumos que hemos comentado antes, resulta cada vez más difícil de justificar.
El tercer argumento habla acerca de su uso en ciudad, donde el diésel moderno sufre debido a las condiciones de utilización, haciéndolo más susceptible a averías.
La cuarta razón es la ampliación de alternativas a este combustible. A día de hoy contamos con un amplio abanico de modelos tanto híbridos como eléctricos, una solución intermedia que recoge lo mejor del eléctrico y lo mejor de los motores térmicos.
La quinta razón, el mayor coste de las reparaciones, impuestos y seguros no es novedad, pero sigue siendo un hecho. Y tú, ¿qué eliges para tu próximo coche?