Hector Fraire se ha hecho famoso en todo el mundo después de protagonizar
una de las persecuciones más espectaculares jamás vivida en EE.UU. Sucedió en Oklahoma para ser exactos, donde este chaval de 16 años fue cazado por la velocidad en varios controles llegando a marcar una
velocidad récord de 334,74 Km/h... sí, has leído bien, casi 335 Km/h a los mandos de un Ford Mustang de 2011. Como podréis adivinar, la policía de Oklahoma aún no sale de su asombro, y es que estamos ante
una de las mayores velocidades jamás captada por un control de policial, sino el récord. Fraire consiguió burlar varios controles policiales durante su huida, realizando todo tipo de maniobras evasivas y circulando a semejantes velocidades, pero finalmente fue detenido tras convertirse en el enemigo público número 1. La persecución no se saldó con más víctimas o destrozos por puro azar, y es que circular a semejante velocidad por carreteras públicas a tráfico abierto es una absoluta temeridad. Muy posiblemente Fraire vaya a la cárcel por una larga temporada, dejándonos a todos con la duda de
qué grado de preparación llevaba su Ford Mustang para ser capaz de alcanzar los 335 Km/h, pues el Mustang de 2011 al que alude la policía tan sólo era capaz de rozar los 300 Km/h en su versión más deportiva y exclusiva. Fuente:
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