NORMAS DE ACTUACIÓN

El protocolo que debes seguir si te para la Guardia Civil según la DGT

Este es el protocolo que debes seguir según la DGT, para detener el vehículo de forma segura si te da el alto la Guardia Civil.

Es probable que algún día estés circulando tranquilamente, y que de buenas a primeras un coche o moto de la guardia civil encienda las luces y te mande parar. ¿Cómo debemos actuar ante esta situación?

Enfrentarse a un control de carretera puede generar nerviosismo, incluso en el conductor más experimentado. La situación puede ser intimidante y la incertidumbre de haber cometido alguna infracción puede generar ansiedad.

No obstante, conocer el protocolo que se aplica en estas situaciones y entender lo que se espera del conductor, así como los derechos que poseemos como ciudadanos, puede atenuar esta reacción.

Los controles se despliegan en áreas con buena visibilidad y se marcan con avisos luminosos, especialmente durante la noche. Además, los agentes llevan ropa reflectante para asegurarse de que se les pueda ver desde lejos.

Tal y como explican la propia Guardia Civil, las normas de actuación son bastante sencillas:

  • Apagar el motor del vehículo
  • Bajar la ventanilla del coche para hablar
  • Encender la luz interior si es de noche
  • Mantener las manos en el volante
  • No bajar jamás del coche salvo que lo indique el agente
Control de la Guardia Civil de Tráfico | Seguridad Vial

Así son los controles de alcoholemia y drogas

Entre los distintos motivos para realizar controles, el preventivo es el más habitual. Cuando los agentes de la Agrupación de tráfico de la Guardia Civil (AGTC), formados específicamente para la detección de drogas, detectan síntomas de conducción alterada en un conductor, le realizan la prueba y le informan sobre el procedimiento y las posibles consecuencias de un positivo y de negarse a realizar la prueba. Habitualmente, en primer lugar se suele realizar la de alcoholemia.

Para una medición precisa de la alcoholemia, se utilizan dos tipos de alcoholímetros con distintas sensibilidades: uno de aproximación o indiciario, que detecta la presencia de alcohol; y otro evidencial, que confirma el primer resultado y precisa la cantidad exacta de alcohol en aire espirado. Su funcionamiento debe estar siempre certificado por el Instituto Nacional de Metrología.

Cuando la alcoholemia es negativa, el conductor puede continuar la marcha. Pero también puede ser sometido a control de drogas si presenta síntomas: “Las drogas depresoras producen cansancio, apatía, enrojecimiento de ojos, y una forma de hablar pastosa. Cuanto más consumo, más afectan al equilibrio y la coordinación.

En cambio, las sustancias como la cocaína activan, producen un comportamiento nervioso y el habla se embarulla”, explica Juan Carlos Hernández, sargento de la AGTC. “Si están muy afectados por las drogas puede ser sancionados por vía judicial, pero la mayoría de las sanciones son administrativas”, añade.

Así, los test de drogas se realizan sobre una muestra de saliva del conductor y detectan cinco tipos distintos de droga, siendo el cannabis y la cocaína las más frecuentes. Cuando el test en carretera confirma la presencia de drogas, es necesaria una prueba de confirmación en un laboratorio.