¿Cómo es posible evitar que el coche sea un "horno"?
El interior de nuestros coches puede alcanzar temperaturas extremas durante el verano, pero sí, es posible reducir drásticamente su temperatura en poco tiempo
El verano ya lleva casi un mes con nosotros, y ya hemos tenido que vivir algún que otro episodio de intenso calor, un calor que, en el caso de nuestros coches, se puede llegar a acumular hasta el punto de que, tras unas horas estacionado al sol, el habitáculo de nuestros coches puede superar -con toda tranquilidad- los 60 grados centígrados, una cifra que hace que sentarse a conducir se convierta en una experiencia, cuanto menos, incómoda.
El calor intenso a la hora de conducir es mucho más que una incomodidad: puede convertirse en un importante factor de riesgo que hace disminuir nuestra concentración y nuestros reflejos, perjudicando por tanto la seguridad a bordo. Por eso, existen maneras y formas de reducir de manera sustancial el calor en el interior de nuestro coche de manera casi inmediata.
¿Puedo reducir la temperatura interior de manera rápida?
La respuesta es que sí, y puedes hacerlo utilizando todo tipo de recursos a tu alcance, instalados en tu propio coche. La principal fuente de calor del interior de un coche la representa el propio aire que se ha quedado atrapado, ya que se ha calentado mucho. Es lo primero que debemos "extraer" del interior de nuestro coche: