CONTAMINACIÓN
Cuando hablamos de emisiones contaminantes de los vehículos a motor, automáticamente nuestro cerebro piensa en la producida por los motores de combustión. Sin embargo, existen otras muchas emisiones contaminantes que generan los vehículos.
Cuando hablamos de emisiones contaminantes de los vehículos a motor, automáticamente nuestro cerebro piensa en la producida por los motores de combustión. Sin embargo, existen otras muchas emisiones contaminantes que generan los vehículos, incluidos los coches eléctricos o que funcionan con energías renovables. Nos estamos refiriendo a las emisiones de partículas PM2.5.
¿Qué es una emisión PM2.5? En resumen, son los desechos cuyo diámetro de las partículas es igual o inferior a 2.5 micras, o lo que es lo mismo, 200 veces más pequeñas que un grano de arena. Estas partículas se generan debido a la fricción entre las pastillas y los discos de freno, y se estima que ya es responsable de una quinta parte de la contaminación generada por los automóviles.
Vale la pena mencionar que los fabricantes de estos componentes llevan muchos años desarrollando pastillas con composiciones menos nocivas, ya que en un principio estas contaban hasta con amianto, y las leyes año a año limitan las emisiones de las mismas.
Aun así, debido al tamaño de las partículas, estas son capaces de colarse entre los filtros naturales de nuestro cuerpo, que tenemos en la nariz y la garganta, y llegan a los pulmones y la sangre. Algunas de las consecuencias pueden ser accidentes cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios.