UNA CUESTIÓN DE SINIESTRALIDAD
En nuestro país todos los conductores que pretendan circular con su coche por vía pública deben tener, de manera obligatoria, una póliza de seguros contratada para su automóvil. Ahora, las compañías de seguros quieren que, además, otro factor clave esté en orden a la hora de renovar la póliza...
En España, para que un vehículo pueda circular de manera legal por carretera, debe cumplir con ciertos requisitos. Entre los más importantes se encuentran tener una póliza de seguros contratada y la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en vigor. La póliza de seguro obligatoria es la de responsabilidad civil, la cual cubre los daños a terceros en caso de accidente, aunque muchos conductores optan también por cubrir al menos parte de los daños propios que pueden generarse en su vehículo en caso de siniestro.
Circular sin seguro constituye una infracción grave y conlleva multas de, como mínimo, 1.500 euros, además de la inmovilización del vehículo. Este seguro protege tanto a conductores como a peatones y pasajeros de posibles daños y es una garantía mínima para la seguridad vial.
Otro requisito indispensable es la ITV, una inspección que garantiza que los vehículos cumplen con las normativas de seguridad y de emisiones contaminantes. La ITV es obligatoria a partir de los cuatro años desde la primera matriculación del vehículo, debiéndose renovar cada dos años en automóviles hasta los diez años de antigüedad y anualmente en aquellos más antiguos. No pasar la ITV o circular con ella caducada también supone multas y problemas en caso de accidente, ya que una inspección vencida podría anular la cobertura del seguro.
Por eso, las aseguradoras en Europa, representadas en España por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), han solicitado acceso a los datos de la ITV en la DGT para comprobar si un vehículo cuenta con la inspección en vigor al contratar o renovar una póliza de seguro. Tanto UNESPA como la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) consideran que esta medida sería beneficiosa para mejorar la seguridad vial, ya que los vehículos con la ITV vencida presentan un riesgo mayor de siniestralidad.
El absentismo en la ITV es un problema considerable: según AECA-ITV, alrededor del 32% de los vehículos en España circulan con la ITV caducada, lo que equivale a casi nueve millones de vehículos dados de alta pero sin la inspección vigente. Esta situación no solo aumenta los riesgos de accidentes, sino también las emisiones contaminantes, ya que uno de los objetivos de la ITV es asegurar que los vehículos cumplen con los estándares ambientales establecidos.
Según las aseguradoras, acceder al registro de la DGT facilitaría a las aseguradoras la valoración del riesgo de cada vehículo, permitiéndoles adaptar las pólizas y contribuir a una conducción más segura y ecológica. Además, este control automatizado ayudaría a reducir el absentismo en la ITV, ya que los conductores serían conscientes de la importancia de tener la inspección al día para poder renovar sus seguros.