EL ETERNO DILEMA

Ante un semáforo en ámbar, ¿acelerar o frenar? La normativa no deja lugar a las dudas

Si das gas cuando el siguiente semáforo pasa a color naranja, eres el terror de la DGT. Esto es lo que dicen las autoridades de tráfico de nuestro país sobre tal maniobra.

Seas un conductor novel o uno con mucha experiencia, seguro que te has enfrentado a la disyuntiva de detenerte o pasar ante un semáforo que acaba de cambiar de verde a ámbar. Aunque las dudas sobre esta decisión deberían estar claras desde el momento en el que se obtiene el permiso de conducir, independientemente de su tipo, lo cierto es que la confusión permanece entre los usuarios de la vía. ¿Qué es lo correcto? ¿Es legal acelerar para superar un semáforo en naranja? ¿Me pueden sancionar por ello?

La Dirección General de Tráfico, consciente del desconcierto entre la inmensa mayoría de los conductores, suele aclarar la normativa respecto a este escenario, tan habitual en entornos urbanos, a través de sus canales de comunicación oficiales cada cierto tiempo. A grandes rasgos, sus responsables indican que la fase ámbar o "de transición" de un semáforo implica la obligación de parada del vehículo, equiparando su validez a la fase roja. Sólo hay una excepción, que es cuando la luz parpadea, indicando precaución en esa zona.

Semáforos con cámara | Centímetros Cúbicos

En otras palabras, según la DGT, cuando un conductor percibe el cambio de color en el semáforo ha de detenerse, siempre y cuando esto no ocasione una situación de peligro como, por ejemplo, una colisión por alcance de algún vehículo consecutivo. En tal caso, el primero puede acelerar, sin exceder el límite de la vía, para salvar el cruce en ámbar. Salvo que lo sobrepase cuando ya se haya puesto en rojo, lo cual se sanciona con 200 € y la retirada de 4 puntos del carnet, las autoridades de tráfico no multarán la maniobra.

Más allá de las implicaciones legales y económicas de no parar ante los semáforos en naranja, las prisas, los hábitos de conducción mal adquiridos o el desconocimiento del reglamento de circulación producen graves problemas de seguridad vial en las calles de nuestro país. Por ahora, el ámbar continuará en los semáforos (la DGT no se plantea eliminarlo), pero el hecho de que provoque indirectamente decenas de fallecidos cada año en las ciudades españolas trae de cabeza al organismo, que podría aplicar cambios.