PODRÍA LLEGAR EN 2025
El texto habla de vías de alta capacidad y no de alta velocidad. Ahí residiría la clave para ampliar el alcance del sistema.
Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha rescatado una eterna necesidad de la red viaria: “Recursos para poder mantener unos estándares adecuados de calidad de nuestras vías”. Y con ella ha vuelto una fórmula que ya formaba parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: peajes en las carreteras… incluyendo, también, a las secundarias.
El Gobierno sigue investigando la fórmula idónea para hacer realidad este pago por uso y todavía no ha especificado a qué carreteras afectarán esos peajes. No obstante, del texto se puede sacar una conclusión: “Se revisará la financiación de las vías de alta capacidad y se establecerá un sistema de ingresos que garantice los fondos necesarios para la conservación de la red viaria estatal”. Al hacer referencia a las carreteras de alta capacidad y no de alta velocidad deja la puerta abierta para extender este sistema a aquellas carreteras secundarias con tráfico intenso.
Todo apunta a que cada conductor pagaría en función de la vía, del vehículo y/o del tramo recorrido. Las cifras siguen siendo una incógnita aunque se habla de un coste medio de cuatro céntimos por kilómetro. El objetivo de este sistema es obtener una recaudación anual de 3.000 millones de euros, aproximadamente. Con esta cifra se incrementaría el presupuesto existente para la red viaria en casi un cincuenta por ciento: algo fundamental para su mantenimiento y conservación.
Excepciones
Si la medida fuera aprobada, tendría (como buena norma) sus excepciones. Tal y como aseguró el propio director de la DGT, Pere Navarro, “habría una serie de casos y circunstancias en las que no se pagaría dicho peaje. Dichos casos corresponderían a aquellos desplazamientos que discurran por autopistas, autovías y carreteras convencionales que obedezcan a motivos laborales, médicos o de estudio”.
Paso previo: los peajes viñeta
Sin embargo, podría haber un paso previo en forma de peajes de viñeta: un sistema basado en un pago único anual que otorga a cada vehículo una pegatina con la que puede moverse por las vías de alta ocupación. Por su parte, sistema de cámaras comprueba si lleva el adhesivo correcto y si está al corriente de pagos: si no es así se pone en marcha el proceso sancionador. Estas viñetas, vigentes ya en algunos países de Europa, podrían llegar en el tercer trimestre de 2023 y un par de años después, en 2025, darían el relevo a ese sistema de pago por uso basado en peajes electrónicos.