EL COCHE DE COMBUSTIÓN ESTÁ SENTENCIADO
El coche de combustión ya ha sido sentenciado con el año 2035 como fecha límite para que se siga vendiendo, y a ello debemos sumarle la presencia de los supercatalizadores, elemento que complicará aún más la existencia de éstos.
El año 2035 ya ha sido fijado como el año en el que el coche de combustión que conocemos deje de existir, obligando a los fabricantes a recurrir a otras alternativas. A todo ello debemos sumarle la entrada en vigor de la Euro 7 en 2025, con la cual podría llegar el sistema de supercatalizadores, o lo que es lo mismo, un método mucho más severo a la hora de medir emisiones que dejaría un futuro muy limpio para el coche nuevo pero muy negro para el coche barato.
Y es que este invento supondría un punto de inflexión en los fabricantes, puesto que les obligaría antes de 2035 a dejar de lado a los coches de combustión tal y como los conocemos. ¿El motivo? Unas exigencias mucho más altas a la hora de homologar vehículos bajo la Euro 7.
Concretamente, CLOVE - Consortium for Ultra Low Vehicle Emissions- propone no solo un control de emisiones de CO2, sino un análisis de emisiones de nitrógeno, monóxido de carbono, partículas en suspensión, así como por primera vez el control de emisiones de metano dióxido de nitrógeno y amoniaco. A ello hay que sumarle que se propone llevar a cabo estos exámenes por medio de una revisión del ciclo RDE.
Esto se traduce en hacer pruebas de homologación en circunstancias de conducción reales. Así, se consigue poner a prueba al coche en situaciones de gases desfavorables, es decir, aceleraciones, adelantamientos, arranques en frío o remolcando una caravana, por ejemplo, logrando así que el análisis de gases sea, sí, más realista, pero también más duro.
Y para poder llevar a cabo este tipo de prueba sería necesario que entrasen en juego los supercatalizadores. Estos son un dispositivo anticontaminación conformado por un filtro de partículas de dos litros, un catalizador de amoniaco y dos catalizadores de tres vías de un litro de capacidad. Además, en el caso de los coches diésel sería necesario añadir el sistema SCR de AdBlue.
A ello habría que sumarle un sistema de análisis de abordo ideados para medir los resultados telemáticamente y a tiempo real. No obstante, de momento los supercatalizadores no han entrado en vigor, aunque con el año 2035 como sentencia clara para el coche de combustión no sería de extrañar que dicha norma se complementase con este sistema.