USOS QUE DESCONOCES
Este elemento de seguridad pasiva de nuestro vehículo tiene más funciones de las que piensas, y son tan curiosas como útiles en caso de emergencia.
El cinturón de seguridad es un componente esencial para la seguridad en los vehículos, diseñado para proteger a los ocupantes durante un accidente de tráfico. Su función principal es evitar o reducir lesiones al mantener a los ocupantes en su lugar y distribuir las fuerzas del impacto de manera uniforme sobre las partes más fuertes del cuerpo.
Según la Dirección General de Tráfico, el cinturón de seguridad reduce de 3 a 1 la probabilidad de muerte en un accidente de tráfico, con una eficacia máxima en los vuelcos. En caso de sufrir una colisión frontal, el riesgo de fallecer o de sufrir heridas graves en la cabeza se reduce en un 90%, y en un 75% de sufrir heridas, fracturas y lesiones de otro tipo.
Pese a que la principal función de este elemento es amortiguar la deceleración de los ocupantes del vehículo en caso de accidente, existen otros cometidos con los que puede cumplir a la perfección y que, casi con total seguridad, desconocías. Desde Centímetros Cúbicos te contamos hasta tres funciones tan útiles como curiosas.
Aunque a priori pueda sonarte increíble, gracias a este elemento de seguridad pasiva podrás colgarte el coche al hombro, lo que podrá serte de gran utilidad en aquellas situaciones en las que tu vehículo no arranque y no tengas a nadie que te pueda ayudar a empujar. Para ello, deberás bajar la ventanilla del lado del conductor, cerrar la puerta sin seguro y sacar el cinturón por completo, atravesándolo por tu cuerpo, pudiendo así mover el volante con el brazo derecho.
Esta función puede salvarte la vida en caso de que te quedes atrapado en el interior del coche. Y es que gracias a la hebilla metálica podrás escapar rompiendo el cristal. Tan solo deberás sacar el cinturón para poder manejar mejor la citada hebilla y dar golpes en la ventana, rayándolo hasta que se termine por romper, lo que te permitirá salir.
Por último, el cinturón de seguridad también podrá resultarte de gran utilidad si piensas comprarte un vehículo de segunda mano. Únicamente deberás sacarlo totalmente por debajo con el objetivo de ver en su etiqueta el año de fabricación, después tendrás que dirigirte a la puerta del copiloto para comprobar la placa del automóvil donde deberá poner también el año de fabricación del mismo. Gracias a esto, podrás saber que si la fecha no coincide, el coche ha sufrido algún tipo de accidente.