Circular con viento es más peligroso de lo que parece
Circular con fuerte viento es una tarea que requiere ciertamente de una gran concentración, resultando más peligrosa de lo habitual
Las condiciones meteorológicas tienen mucho que decir cuando hablamos de conducción y de seguridad vial. Tanto, que en ocasiones la presencia de agentes externos como el viento, la lluvia o la niebla deben llevar aparejadas un cambio en la conducción para poder llegar a nuestro destino sanos y salvos. Aquí tienes, según la DGT, los tres momentos más peligrosos aparejados a la conducción con fuerte viento.
Los túneles nos permiten atravesar accidentes geográficos de forma fácil y rápida, pero en caso de fuerte viento pueden ser sinónimo de peligro. Para evitar cualquier problema añadido, procura agarrar fuertemente el volante cuando vayas a salir del túnel, sobre todo si antes de entrar el viento ya soplaba con fuerza.
Con grandes dimensiones no nos referimos a un todoterreno o a una furgoneta, sino a un camión o a un autobús, vehículos de gran volumen y superficie que pueden actuar como "muros" de cara al viento, haciendo que, al adelantarlos, nuestro vehículo tienda a modificar su trayectoria por culpa de las fuertes rachas de viento si no se sujeta correctamente el volante.
Si circulamos por una zona ventosa con edificios grandes situados cerca de la carretera, éstos últimos pueden actuar como muros, haciendo que el viento sea mucho más racheado y afecte más a la estabilidad de nuestro coche, por lo que se recomienda sujetar firmemente el volante y fijarse, por ejemplo, en la vegetación circundante para determinar la fuerza y dirección del viento.