CÓMO RECONOCERLA
Cuando un conductor decide comprar un coche de segunda mano y el vendedor es un particular, tendrá que fiarse de la información que este le facilite. No obstante, el riesgo está ahí. Más aún si tenemos en cuenta que una de las estafas más frecuentes pone en peligro la seguridad del vehículo y, además, con ella pretenden incrementar su valor.
Ante la aguda subida de precios que, de un tiempo a esta parte, están experimentando los modelos nuevos, muchos conductores han optado por renovar su garaje comprando un coche de segunda mano. Una operación en la que siempre existe cierto riesgo: sobre todo si se lleva a cabo entre particulares. Una de las estafas más comunes tiene como objetivo vender un vehículo más caro manipulándolo: te explicamos cómo reconocerla.
Adquirir un coche de segunda mano en un compra-venta profesional implica ciertas ventajas. La garantía es una de ellas, pero tiene un coste: el vehículo será más caro y pocas veces podrás negociar su precio. Una opción que sí tienes cuando el vendedor es un particular: en este caso tendrás que fiarte de su palabra y, aunque existen métodos para comprobar si es sincero, a veces, es complicado identificar una de las estafas más habituales.
Kilómetros manipulados en España
Son varios los informes que alertan sobre la manipulación del kilometraje en los coches de segunda mano. Un estudio del RACC desvela que esta práctica (que, por cierto, es un delito) se ha identificado en un 5-12% de los vehículos usados. Una cifra que se incrementa cuando se trata de modelos que llegan desde el extranjero: más del 25% han sido trucados.
CARFAX apunta que el 5% de los coches de segunda mano que estaban a la venta en España tenían “inconsistencias de kilometraje” y un reciente estudio de CarVertical (compañía especializada en revisar el historial de los vehículos) afirma que el 10,6% de los vehículos usados que se han vendido en nuestro país tenía el kilometraje manipulado. En Europa se habla de un 15,2%.
Vehículos más caros
La razón de esta práctica pasa por el precio de venta: si dos modelos tienen las mismas condiciones y uno de ellos ha recorrido menos kilómetros, su precio será mayor. Por ello, trucan la distancia recorrida por el vehículo en cuestión para incrementar su valor en el mercado de segunda mano.
Muchos pensaron que con la llegada de los cuentakilómetros digitales se acabaría el problema. Nada más lejos de la realidad: es menos frecuente por los riesgos que implica, pero, como hemos visto, sigue siendo habitual. Antes había que desmontar el cuadro de instrumentos y rebajar los kilómetros manualmente. Ahora el proceso es más sofisticado porque es necesario conectar un dispositivo especial o un ordenador portátil (con el software adecuado) o al sistema OBD para modificar el número.
¿Cómo evitar esta estafa?
Siguiendo con los cuentakilómetros digitales, identificar una posible manipulación pasa por conectar el coche a una máquina de diagnosis para comprobar las operaciones que se han realizado con él.
De manera adicional, es recomendable revisar el historial de la ITV porque en cada informe queda registrado el número de kilómetros que ha recorrido el vehículo entre revisión y revisión. Y, por último, también es posible pedir un informe oficial (el completo, no el gratuito) a la Dirección General de Tráfico para conocer todos los datos sobre el coche que queremos comprar. Estos dos métodos son los adecuados cuando el modelo en cuestión tiene un odómetro analógico.