así va el motor menos conocido de la segunda generación del coupé de la marca alemana para el segmento mediano
El Audi A5 coupé 2.0 TFSI 252cv quattro S tronic que hemos tenido la fortuna de probar es la mejor combinación posible entre deportividad y elegancia. Desarrollado sobre la plataforma MLB Evo, la misma que A4 y Q7 de última generación, mejora en casi todo la primera generación.
El Audi A5 coupé 2.0 TFSI 252cv quattro S tronic que hemos tenido la fortuna de probar es la mejor combinación posible entre deportividad y elegancia, además montar un propulsor que brinda sensaciones difíciles de igualar por sus 'equivalentes' -si los hay- de otros fabricantes. Es la segunda generación del coupé de la marca alemana para el segmento mediano. A primera vista se puede apreciar que mantiene un diseño bastante continuista si lo comparamos con la primera generación del A5.
En la parte frontal destaca por una calandra que recuerda un puntito a la del prototipo Audi prologue piloted driving concept. Sus grupos ópticos también tienen un cierto aire al concept. El capó también rompe con el diseño anterior, en sus flancos queda por encima de las aletas, al igual que en el A4. También en las aletas delanteras destaca una moldura decorativa.
En cuanto a los materiales utilizados para su construcción, Audi ha renunciado al aluminio para optar por el acero de alta resistencia, con ello se ha reducido el peso del vehículo en 60 kilos con respecto a su antecesor. Su carrocería tiene un bajísimo coeficiente de resistencia arodinámico de sólo 0.25, el mejor de su categoría. Ahora el pilar A está más retrasado, al igual que el pilar C. Con ello se ha desplazado hacia detrás el habitáculo.
La anchura es la misma, pero crece la batalla 13 mm, lo que mejora el espacio para las piernas de los pasajeros de la segunda fila. Los pies caben perfectamente bajo el asiento delantero, incluso regulándolo en su posición más baja, mientras que el espacio para las rodillas es muy razonable y la altura libre al techo más que suficiente, para lo que suele ser en un coche con figura coupé.
En la primera fila nos encontramos con una presentación y un conjunto de elementos que recuerdan muy mucho a los del A4 de última generación. El virtual cockpit opcional con su pantalla de 12,3” es uno de los grandes protagonistas. Al igual que la pantalla de 7” o 8,3" dispuesta a modo de tableta en la parte superior del mismo.
En lo que respecta al maletero brinda una capacidad de 465 litros, 10 litros más que su predecesor. El respaldo de la banqueta trasera cuenta con una disposición de tipo 40/20/40 con la que podemos seguir disfrutando de 4 plazas a la vez que cargamos esquís o bultos de cierta longitud dentro del coche.
La unidad probada montaba el 2.0 TFSI de 252 CV con tracción quattro y cambio automático de doble embrague S tronic.No es el motor más potente de la gama pero quizás sea el más equilibrado de todos, tanto por prestaciones como por consumo. Con el Audi drive select en modo Comfort se muestra suave y progresivo aunque que le falta brío, sobre todo a la hora de realizar una recuperación.
Todo cambia como de la noche a la mañana cuando seleccionamos el modo Dynamic del Audi drive select. La respuesta del acelerador es mucho más viva y directa. La suspensión se endurece, lo mismo que sucede con la dirección. El comportamiento dinámico del chasis es impecable. Se muestra neutro y permite inscribir el tren delantero en el viraje con gran agilidad. Parece que se ha reducido bastante la tendencia al subviraje que en ocasiones podía acusar la generación anterior.
El sistema de tracción integral quattro aporta unos niveles de agarre prácticamente insospechados. Permite trazar las curvas a velocidad elevada disfrutando siempre de una enorme capacidad de tracción. Mientras, la caja de cambios S tronic de 7 relaciones ofrece un escalonamiento más que correcto para sacar todo el partido a este motor. Con el modo manual podemos usar tanto la palanca tradicional como las diminutas levas que hay tras el volante.
La respuesta del equipo de frenos es buena, la que cabe esperar en un deportivo de estas características... y, ¿Qué decir del motor 2.0 TFSI? Es posiblemente el menos conocido de la gama y que cumplirá con creces con las expectativas de la mayoría de usuarios finales de este modelo. Con el modo Dynamic activado el sonido de sus escapes se agudiza con lo que además ofrece una musicalidad de lo más agradable para tratarse de un 4 cilindros turbo.
Desde muy bajas vueltas brinda buenas dosis de par con 370 Nm disponibles de forma continua entre las 1.600 y 4.500 rpm. Los 252 CV de potencia máxima llegan entre las 5.000 y 6.000 rpm. Habrá quien pueda llegar a pensar que se trata de un motor algo justo para el A5 Coupe, sin embargo, le sienta como anillo al dedo. Incluso a altas velocidades empuja con soltura y permite alcanzar prestaciones notables. El 2.0 TFSI de 252 CV con tracción integral quattro y cambio S tronic es una combinación más que suficientemente divertido para la mayoría de los mortales.
La gama inicial incluye dos versiones de gasolina, en este caso el 2.0 TFSi de 252 CV Quattro con cambio S-Tronic, que cuesta 00.000 euros. La unidad probada equipaba sensor de parking trasero, retrovisores con calefacción y plegables eléctricamente, control de crucero, navegador, interface para smartphones y servicios conectados que cuesta 3.000 euros extra y un paquete S-Line que se añade al anterior y que por 1.500 euros más añade llantas de 19 pulgadas, faros completos de LED, asientos deportivos, asistente de aparcamiento automático y kit de carrocería S-Line.
El A5 Coupé tiene todo lo que exigen los clientes de un deportivo Premium. La parte delantera, con la parrilla estilizada y en color negro, transmite toda la potencia que eroga desde su tremendo propulsor. Destaca su capot delimitado por dos grandes surcos que presentan una superficie sobre elevada en la parte central. La característica parrilla Singleframe de la marca alemana ocupa prácticamente todo el centro del paragolpes y está rodeada por faros led en forma de banderín.
La parte trasera es más sobria, pero sin perder personalidad. Las ópticas traseras LED alargadas invaden la tapa del maletero, que está acompañado de un pequeño spóiler. Allí, lo más destacado son sus dos salidas de escape dobles cromadas aportando el carácter deportivo del modelo. Sus dimensiones, proporcionadas: 4,67 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,37 metros de alto. Además, su distancia entre ejes es de 2,76 metros.
Dentro, tecnología, sobriedad, distinción y deportividad, son palabras que podrían definir claramente al habitáculo de este coupé deportivo, con cuatro plazas en un ambiente sumamente confortable. No hay prácticamente plásticos en todo el interior. Ha sido diseñado con materiales nobles (inyectados, inserciones cromadas, tapizados de cuero en butacas, volante y pomo de la palanca de cambios) cuidadosamente terminados.
Los asientos delanteros cuentan con múltiples regulaciones eléctricas, y sus correspondientes mermorias, con hasta cuatro ajustes de apoyo lumbar. En este sector, conductor y acompañante viajan holgadamente. En la zona posterior, cómo es lógico en estas siluetas, la comodidad no es la misma, sobre todo por la caída del techo.
A pesar del tremendo potencial que eroga su motor, los ruidos del motor y de la propia rodadura no llegan al interior, muy bien insonorizado. El habitáculo resulta práctico porque reúne numerosos portaobjetos, una guantera profunda, posavasos y un apoyabrazos central, entre conductor y acompañante, con espacios de almacenamiento. La capacidad del maletero es notable, teniendo en cuenta el tipo de vehículo del que hablamos: 465 litros.
En el cuadro de mandos, el Audi Virtual Cockpit. Totalmente digital donde la información se muestra en un display TFT de 12,3 pulgadas con 1.440 x 540 píxeles de resolución, con la nítidez que le proporciona un procesador gráfico que se utiliza para videojuegos, capaz de generar gráficos en 3D.
Todo se reproduce en el Head Up Display trás del volante para que no nos distraigamos. Además, permite seleccionar distintas configuraciones. En el modo Infotainment, en el centro aparecen los mapas del navegador o las listas de teléfono y el audio, y en la parte inferior velocímetro y cuentarrevoluciones. Por su parte, en la opción estándard, la disposición de los relojes es similar a los tableros clásicos.
En el apartado de seguridad, Audi es líder también y para ello configura sus vehículos con aceros de alta y ultra alta resistencia, junto a zonas de deformación programada y progresiva para preservar el habitáculo. El A5, en sus diferentes configuraciones, no es la excepción y demostró su fortaleza en los crash test del EuroNCAP donde obtuvo la mejor calificación posible.
El ABS está asociado a la Distribución Electrónica de Frenado y a la Asistencia al Frenado de Emergencia. Como aporte a la gran dinámica de conducción que ofrece, viene provisto de los Controles de Tracción y Estabilidad, y Bloqueo de Diferencial. Estos sistemas convierten al A5 en un coche muy seguro tanto en asfalto como en condiciones de baja adherencia.