Prueba Mercedes AMG CLE 53 4Matic+ Coupé: cuando la bella es muy bestia

Reconócelo, si vas al volante de un Mercedes-AMG CLE 53 es que te gusta ser el foco de atención. Más que nada porque es imposible pasar desapercibido con él. Ya a lo lejos, un largo capó, una parrilla del radiador específica de AMG, unos faros Full LED planos y afilados y las grandes entradas de aire de los extremos nos ponen sobre aviso de que se acerca un coche con mucho poder y presencia.

Detalles que continúan por el perfil, con unas aletas ensanchadas y unas llantas de 19 pulgadas; y terminan en una trasera con un toque de elegancia. Ahí, llaman la atención unos pilotos unidos entre sí por una fina línea de color rojo oscuro y un difusor trasero en el que se han integrado, con embellecedores, sus cuatro salidas de escape.

En un coche como este no solo buscas algo más allá que una apariencia deportiva, sino también elevadas prestaciones que estén a la altura de la estética. Algo en lo que no se queda nada corto.

El CLE53 4Matic+ Coupé se mueve gracias a un motor gasolina de seis cilindros y 3.000 centímetros cúbicos, con un turbocompresor y un compresor eléctrico, desarrollando 449 CV, todo aunado a un sistema eléctrico de 48 Voltios. Este sistema de hibridación ligera no funciona solamente como generador eléctrico, si no que también asume funciones híbridas apoyando la aceleración o durante la navegación a vela.

Contamos con un par motor superior a 560 Nm donde lo más interesante es la disponibilidad del mismo y la respuesta del motor. Primero, por la ayuda de un compresor eléctrico adicional y, segundo, porque podemos aumentar ese par a 600 Newton-metro en el modo overboost durante un máximo de 12 segundos.

Aunque para ser preciso, hay que tener buenos complementos. Me refiero a que frenar una bestia de este calibre es muy fácil con un equipo de frenos AMG de altas prestaciones; llevarlo por donde tú quieres también es sencillo con una tracción total AMG Performance 4Matic+ totalmente variable; y ser espontáneo en la conducción, todavía más cómodo gracias al cambio AMG Speedshift TCT 9G.

Os prometo que es todo menos complejo que la pronunciación de su equipamiento. La transmisión automática es muy efectiva y rápida, sobre todo cuando seleccionamos el modo de conducción Sport y empezamos a jugar con las levas, que tienen un tacto y una ergonomía sobresalientes.

Hay que hacer mención especial también a la tracción total variable, que combina emoción al volante y seguridad en todo momento. Da igual si vamos por autovía o carretera de montaña, o si el asfalto está seco o mojado… El propio sistema ajusta la potencia para pasar de propulsión a tracción total, o viceversa. Todo para tener una estabilidad increíble, pero a la vez transmitiendo la máxima potencia posible al suelo.

Son cinco los modos de conducción disponibles: ”Resbaladizo” o “Deslizante”, Individual, Confort, Sport y Sport+. Que modifican el comportamiento del AMG 53 con solo mover un dedo, bien desde el propio volante a la derecha, o en un comando ubicado en la consola central. Las modificaciones de los parámetros de conducción se notan en el tiempo de respuesta del motor, la transmisión, el chasis y la dirección.

Visualizar todos estos datos y los diferentes parámetros es posible gracias a la pantalla vertical de 11,9 pulgadas y al menú AMG. Este último te permite acceder a una serie de pantallas específicas en las que se muestran los datos del motor, el medidor de fuerza G o el cronómetro de carrera.

Creo que no hace falta mucho más para convencerte de que, si buscas un coupé de menos de cinco metros, especialmente llamativo, que te emocione al pasar de 0-100 km/h en solo 4,2 segundos y te ofrezca un interior lleno de materiales exclusivos firmados por AMG… El CLE53 es el coche perfecto para llevártelo a dormir a tu garaje.