Llegará próximamente a España
Varios países europeos han optado por eliminar estos beneficios ante la actualización del sistema de etiquetas medioambientales, algo que llegará a España en breve.
La normativa del sistema de etiquetas medioambiental ha sido uno de los aspectos de los que más se han quejado la mayoría de conductores. Estos consideran injusto que este sistema beneficie notoriamente a vehículos que en ocasiones cuentan con más de 350 CV de potencia y un pequeño aporte eléctrico que hace que aumente el peso del coche. Este el el caso de los híbridos enchufables que cuentan con las etiquetas ECO y Cero.
Por el momento, la Dirección General de Tráfico no ha sido capaz de modificar esta normativa que data ya de 2016. Sin embargo, es muy probable que una de las múltiples medidas que tome el próximo Gobierno entrante, tras las elecciones del 23-J, afecten a este sistema.
Algunos países próximo a nosotros como es el caso de Francia han eliminado una de las ventajas con las que contaban los híbridos y eléctricos. Siendo esta la referente al aparcamiento dentro de las ciudades con restricciones a la circulación. Esta medida ha sido tomada en la ciudad de París. Y otras urbes francesas como Lyon ya estudian introducir penalizaciones, a través de un impuesto extra, en el aparcamiento a los coches más pesados.
De hecho, el país francófono ya dispone de un impuesto especial de matriculación sobre el sobrepeso de automóviles como los SUV. ¿El motivo? Su consumo elevado.
En España encontramos un nivel de electrificación de vehículos verdaderamente bajo, en parte por la ansiedad de autonomía de los usuarios. Una baja transición hacia el vehículo eléctrico que con la eliminación de estas ventajas se complicará aún más, ya que estas son el único motivo por el que los compradores valoran adquirir este tipo de automóviles.
Los datos que podemos encontrar en cuanto a la cuota de mercado de vehículos electrificados en España en el año 2022 es la siguiente: 25,3% de híbridos no enchufables; 5% de híbridos enchufables; y, 7,8% de eléctricos. Unos datos por debajo de la media europea. Y sin duda, la eliminación de esta ventaja no ayudará en absoluto a revertir la situación.