Desde hace unos años, la creación de un
automóvil biodegradable es una idea que gente muy ambiciosa ha perseguido. Una década atrás ya se tanteó tímidamente con esta posibilidad en la Universidad de Warwick (Reino Unido), donde desarrollaron un F1 con estas características, y diez años después, estudiantes de la
Universidad de Eindhoven (Países Bajos) han exhibido un prototipo llamado
Lina, fabricado casi por completo con
materiales biodegradables. Se trata de un prototipo urbano de cuatro plazas, creado por el equipo de estudiantes TU/ecomotive, que usa materiales biodegradables para el chasis, la carrocería y el interior. La principal ventaja del uso de este tipo de materiales, según sus autores, además de su
descomposición en elementos químicos naturales, es la ligereza del coche y, por tanto, su eficiencia.
Utiliza una
combinación de resinas y plásticos biodegradables para el chasis, fabricados gracias a la planta de lino, con una relación peso/resistencia parecida a la de la fibra de vidrio, pero más sostenibles. Además, entre capas se añade un núcleo de plástico conseguido a partir de la remolacha azucarera (
PLA) que aporta gran rigidez.
Como es obvio, Lina es eléctrico. Lleva dos motores que envían su fuerza al eje delantero y tres baterías modulares de iones de litio, para una potencia de
7,5 kW (10 CV) y un par máximo de
137 Nm. Es capaz de alcanzar los
85 km/h, lo que es más que suficiente para la ciudad, ámbito para el que esté diseñado. Lo que llama la atención es su eficiencia. Consume
51,2 Wh/km, por lo que es cuatro veces más eficiente que la mayoría de eléctricos.
Mide
3,5 metros de largo, 1,3 de ancho y casi 1,4 de altura, además pesa
310 kg, sin tener en cuenta el peso de las baterías. Posee una
suspensión McPherson en el eje delantero y de brazo tirado en el trasero. Esta es de los pocos componentes que no son biodegradables, junto a los neumáticos, ya que está fabricada en aluminio. Finalmnte, el sistema de frenado porta discos delante y detrás, y los neumáticos tienen medidas
110/80 R16.
Lina cuenta con tecnología
Near Field Communication (NFC), que da la posibilidad de
abrir el coche con nuestro smartphone, y el
reconocimiento de usuarios por parte del vehículo, lo cual es perfecto para plataformas de compartir coche. De momento, el equipo está esperando la
aprobación del gobierno holandés para sacarlo y probarlo en carretera, este año.
En Centímetros Cúbicos: | | .