SERVIRÁ COMO INSPIRACIÓN
Renault sigue poniéndonos los dientes largos con el nuevo Renault 5, modelo que se vuelve anticipar pero como un coche eléctrico ideado para drift de la mano de un motor de 380 CV.
Que el Renault 5 va a volver a la vida es un hecho que nos tiene en ascuas, y más teniendo en cuenta los diferentes concepts que lanza la firma para anticiparlo. Esto sucede con el Renault R5 Turbo 3E, un prototipo que no solo busca ser el rey del drift con un motor eléctrico de 380 CV, sino también anticipar rasgos del modelo de producción y puesta a punto del que será el Alpine R5.
Y es que sí, Renault ya adelantó que Alpine acogería a más vehículos que el A110 con la condición de que fuesen prestacionales y deportivos. Y así será con el R5, modelo que, para adentrarse en las entrañas de la firma gala, tendrá que inspirarse en parte del esquema mecánico de la criatura que presenta Renault.
Estamos hablando de un concept car que, pese a todos los artificios que tiene para ser un coche de drift, mantiene una gran similitud con el R5 original. Concretamente nos encontramos con un frontal cuadrado y seco, formas que adaptan el hueco de los faros, y decimos hueco porque en su interior se encuentran cámaras ideadas para grabar nuestras hazañas derrapando.
El lateral hace gala de unos pasos de rueda ensanchados hasta límites insospechados, pero la zona más llamativa es, sin lugar a dudas, la zaga. Es aquí donde se asienta un alerón de considerables dimensiones y donde los míticos pilotos verticales asentados en el pilar C toman una forma horizontal y más baja, pero el punto álgido lo encontramos en un agresivo difusor que busca beneficiar lo máximo posible a la aerodinámica del coche.
El habitáculo no tiene desperdicio porque, literalmente, es espartano hasta el extremo, dejando como únicos protagonistas a unos bucket de fibra de carbono que quieren agarrarte entre curva y curva y contener lo máximo posible el peso del coche. Y es que estamos hablando de un R5 eléctrico, sí, pero con 380 CV y 700 Nm de par.
Dichas cifras se envían única y exclusivamente al eje posterior para realizar derrapes como un loco, y permiten que el 0 a 100 ocurra en 3,5 segundos y la velocidad punta de 200 km/h. Además de que estamos hablando de un eléctrico “ligero”, puesto que el R5 Turbo 3E declara sobre la báscula 1.500 kilos gracias, en parte, al chasis tubular sobre el que ha sido concebido.