La normativa Euro 7: ¿una de las grandes impulsoras de la nueva era eléctrica?

Sin lugar a dudas, el coche del futuro será eléctrico. Ya hemos hablado en el pasado de los planes de muchas marcas que, para 2026, planean una gama de modelos en los que la electrificación es la protagonista, dejando relegadas a las variantes de combustión. Realmente, ¿por qué se está adoptando este cambio de tendencia?

Lógicamente, para que tengamos una movilidad más sostenible pero, también, porque la normativa EURO 7, el teórico futuro ciclo de homologación de emisiones, todavía pendiente de aprobar que entraría en vigor en 2026, no deja mucho margen de maniobra. Vamos a conocer cómo esta nueva norma podría ser una de las grandes impulsoras de la nueva era eléctrica.

El primer punto que toca esta reglamentación son las emisiones contaminantes, que pretende rebajar entre un 50 y un 90% en relación a los niveles actuales. De la misma manera, también eliminará contaminantes que antes se toleraban, como el metano, el óxido de nitroso o el amoníaco, este último presente en los filtros catalíticos SCR de los diésel con Adblue.

Pero aquí no acaba la cosa. Para que un coche sea homologado como Euro 7, tendrá que cumplir con los límites de emisiones establecidos en cualquier momento de su vida, no solo en su homologación o en la ITV. ¿Qué quiere decir esto? Pues que los coches nuevos que nazcan con esta normativa, tendrán que llevar un sistema de autodiagnóstico integrado que analizará las emisiones en todo momento, para garantizar el cumplimiento de emisiones al menos en 200.000 kilómetros. De esta forma, se pretende evitar fraudes o trampas para camuflar las emisiones reales.

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